Guillermo Ochoa es el arquero titular de la Selección Nacional Mexicana. En los últimos partidos, Juan Carlos Osorio ha confiado en él por encima de Alfredo Talavera, José de Jesús Corona y ahora Rodolfo Cota. Pero algo falta en el camino del guadameta.

Parece que los astros se han alineado para Paco Memo, sólo tiene como pendiente saber dónde jugará en la próxima temporada. El Granada, equipo en el que militó en el torneo anterior en España, descendió y el portero mexicano quiere mantenerse en Primera, esa es su prioridad en cuanto a clubes.

“Cuando sepa y tenga algo se los diré, por ahora sólo pienso en Selección Nacional”, dice el portero mexicano, quien lideró la Liga Española en atajadas, 162, aunque también fue el que aceptó más goles, con 80 en 37 partidos, hecho histórico.

Guillermo ya vivió lo que se siente descender a la Segunda División con el Ajaccio de Francia, “pero siempre trataré de estar en el máximo nivel y quedarme en Europa, en la Primera División de Europa”.

Así que el cancerbero de 31 años, irá a la Copa Confederaciones sin definir a su próximo club, pero con la oportunidad de hacer un buen torneo y que sea el trampolín para su futuro.

Mientras esto sucede, Ochoa Magaña se dice contento y tranquilo por la marca del equipo nacional en el hexagonal final, en el que lideran el grupo con 13 unidades.

El equipo de Juan Carlos Osorio ha hecho ver fácil la eliminatoria, “eso parece desde fuera, pero no, no ha sido así, nada sencillo”.

La diferencia entre el Tricolor y las demás selecciones del área es grande, el segundo lugar, Costa Rica, apenas lleva ocho unidades.

“El mérito es del equipo, que hace tranquilo los juegos. Es cosa nuestra. Los rivales hacen lo suyo, tratan de complicárnoslo y por momento lo hacen, se ve fácil, pero hay mucho trabajo detrás”, asegura el tapatío.

Nada que ver con el hexagonal pasado, en el que en las manos del director técnico José Manuel de la Torre, el Mundial de Brasil 2014 se alejaba cada vez más a cada partido. “El equipo ha enfrentado esta eliminatoria con mayor madurez y no hemos tenido los problemas como la ocasión anterior. Eso ya quedó en el pasado y vamos bien”.

Lo que sigue es Estados Unidos, la “bestia negra” de México en los últimos años, una que parece haber sido domesticada. “Vencer a Estados Unidos es casi calificar. Todos queremos estar en el Mundial, esta vez de manera tranquila. Es un partido clave en las aspiraciones”.

Ganarle a los estadounidenses será tener en la mano el boleto al Mundial, “bueno… hay que tomar las cosas con calma. Confiamos en la capacidad del equipo, confiamos, pero sin excesos. Siempre respetamos al rival, aunque siempre le peleamos de tú a tú”.

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