Un vaso con liquido de dudosa procedencia cae a los pies de Memo Vázquez, segundos después de que el gol del empate de Jaguares entra a la portería. Las pasiones estallan. La tribuna detrás de la banca de Cruz Azul insulta, grita, pide la salida del técnico. Nicolás Bertolo ya lo había manifestado cuando anotó su gol, señaló a esa parte de la tribuna, diciéndoles, “no es para ustedes”.
“No les puedo hacer caso —dice Memo desesperado—. Hasta cuando vamos ganando nos gritan, esta gente no apoya, aquí no hay apoyo”.
Seis partidos sin ganar son suficientes para que el Azul haga sonar su voz: “¡Fuera Memo, fuera Memo!” gritan, y Memo Vázquez asume su responsabilidad, o lo que puede asumir. “Yo pongo la cara, pero aquí hay energía mala, aquí pasan situaciones malas, ya no están a mi alcance. Trataré de que no me afecte”.
Vázquez está a la defensiva. Las preguntas van dirigidas hacia si cuenta con el apoyo de todo el equipo. El técnico se molesta: “No empiecen a inventar cosas, el equipo no está partido, el equipo está unido. Si Pavone salió con molestias fue porque la gente también se metió con él. No inventen cosas”.
Semana larga
El próximo martes, Cruz Azul se jugará su pase a las semifinales de la Copa, contra el mismo equipo jaguar. Ese partido y el que viene contra Atlante serán posiblemente las últimas pruebas para que Vázquez demuestre que puede con este paquete llamado Cruz Azul. Después de estos dos juegos, la Liga se interrumpirá por fecha FIFA y seguramente será buen momento para que la dirigencia tome decisiones: “La directiva está con nosotros, dice Memo convencido. Claro, iremos por la Copa, ahora esa es la prioridad. No es un secreto, estamos quedando a deber”.
La realidad es que las aguas se mueven en Cruz Azul, los nombres de posibles relevos ya se palpan. El candidato natural tiene nombre de Juan Reynoso. Otra fracción apuesta por un viejo conocido, Isaac Mizrahi. También surge el nombre de la vieja leyenda: Carlos Jara Saguier.
Ofrece disculpa
Con pena en la mirada, Luis Amaranto Perea ofreció una disculpa a la gente cementera por el mal paso del equipo: “Estamos mal, no lo podemos ocultar, lo único que nos queda, y lo digo con toda sinceridad, es ofrecerles una disculpa. Entiendo a la gente que nos abuchea y grita, y les ofrezco más trabajo, más entrega, para salir de esa crisis”.
No será sencillo. En Cruz Azul adquieren cada vez más los vicios de Pumas. Ahora, ya ni siquiera se les permite a los jugadores hablar con los medios al término del juego, una maniobra que se utilizaba mucho en CU en los tiempos de Vázquez.
En Jaguares, José Guadalupe Cruz lanzó un reto: “Voy por la Copa y para eso debo de pasar sobre Cruz Azul. Éste resultado es malo, merecimos ganar, eso está a la vista de todos”.
Afuera del estadio la gente sigue gritando y un aficionado con una caja de huevo manda un mensaje que no necesita explicación.