Comparaciones odiosas, pero necesarias. Con Paco Jémez, Cruz Azul jugaba a matar o morir, con Pedro Caixinha, parece que predominará el orden sobre el riesgo.

Eso al final se traduce en menos peligro para la defensa y menos trabajo para José de Jesús Corona.

“Cada quien tiene su filosofía, su forma de ver el futbol. Con Paco arriesgábamos más, hoy parece que no será de esa forma”, reconoce el capitán cementero.

La cuestión es “ser equilibrado, eso es la base de todo equipo. Puede ser que tenga menos trabajo en lo particular, pero lo importante es que Cruz Azul saque los resultados importantes”.

El cambio de se notó de inmediato. En el primer juego al mando del portugués, La Máquina ya no salió desbocada en busca de anotar el gol, ahora se tomó su tiempo, tuvo el balón, no por tenerlo, sino para planear las jugadas y aunque al final adoleció de lo mismo: la contundencia; en cuestión defensiva ya no se sufrió tanto. “Cada quien, cada técnico tiene su estilo de juego, y todos son muy respetables”, aclara Corona, quien vive su octavo año con los cementeros.

“Hoy —resalta—, se tiene un estilo mucho más equilibrado, pero en el cual salimos también a proponer, a apretar al rival en su cancha, eso sí, cuando no se puede tener o no se puede robar la pelota, el equipo se repliega bien y estamos menos expuestos”, que en las épocas donde dirigía el español.

Para muestra está lo que sucedió en el primer juego contra los Xolos de Tijuana, donde Cruz Azul tuvo 61% de posesión del esférico; y tiró el doble de ocasiones que los fronterizos.

Parece que con estos cambios, Corona no tendrá tanto trabajo.

“Sí, parece que sí, menos labor para uno, pero aún así, hay que estar respaldando a la zaga, porque hay ocasiones en que la línea sale a achicar y hay que estar muy atento a eso”.

Así que el problema defensivo está “solucionado” en teoría, pero lo que duele en el equipo cementero es la falta de gol en los momentos importantes. Contando el torneo pasado, última jornada y los dos juegos de cuartos de final, Cruz Azul acumula 400 minutos sin celebrar un gol.

El último fue marcado por Felipe Mora en la jornada 17 del Apertura pasado en el minuto 64 ante el Veracruz.

Tenemos que ser pacientes. En cualquier momento, la ofensiva explotará y echaremos mano de ellos. Lo importante es el funcionamiento, que hubo llegada, que se quiere la pelota y se maneja el ritmo de juego”.

Al final parece que el cambio en Cruz Azul, es para bien, aunque no se nota el 100 por ciento.

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