Madrid.— El Real Madrid firmó un triunfo de orgullo, reaccionando a un nuevo exceso de confianza tras ver igualados dos tantos de ventaja, con un gol final de Lucas Vázquez en una Champions League a la que tiene tomada la medida Cristiano Ronaldo, quien impuso una nueva marca al anotar en todas las jornadas de la fase de grupos.

La necesidad de recuperar la confianza perdida empujó al Real Madrid a tomar un partido intrascendente con la seriedad que demanda la competición. Zinedine Zidane rotó como en los viejos tiempos y encontró la actitud deseada en la competición preferida de Cristiano.

El portugués marcó después que Mayoral, justo cuando el Dortmund era una caricatura de equipo. Se jugaba acceder a la Liga Europa y jugó como si ya estuviera clasificado para octavos. Resucitó gracias a errores madridistas, con goles de Aubameyang, quien hacía despertar a los alemanes.

Nacía un nuevo partido en el Bernabéu, con el Madrid teniendo que elegir el camino de las dudas de sus últimos juegos o el de la reacción con orgullo, pese a no jugarse nada. Optó por la segunda, y después de tres lamentos por ocasiones perdonadas por Cristiano, el conjunto merengue consiguió el tanto del triunfo por conducto de Lucas Vázquez. Adiós al fantasma de otro empate en el Bernabéu, en donde han sufrido demasiado. Agencias

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