Toluca.— Haber invertido poco más de 55 millones de dólares valió la final. Ese es el precio de la plantilla de Tigres para el Torneo Apertura 2015, dinero que se gastó buscando la final de la Libertadores y el torneo de Liga, y a ambos ha llegado la Autónoma de Nuevo León. La victoria de 0-2 frente a Toluca fue la menos brillante del torneo para los regios, pero la más funcional, pues fue suficiente para dejar a Cardozo y a Toluca, otra vez en las semifinales.
José Saturnino volvió a fallar y de nueva cuenta frente a su acérrimo rival: Ricardo Ferretti.
Después de 24 minutos de pura especulación, de querer, pero no atreverse, fue Tigres el que sacó las garras, por conducto de André-Pierre Gignac. El francés había sido el único de los 20 jugadores de campo que se había atrevido a hacer un tiro a puerta, y aunque éstos fueron sin dirección a portería, por lo menos lo intentó.
La bien parada defensiva roja abrió un hueco, y por ahí apareció el francés, quien no festejó el gol gracias a la barrida de Aarón Galindo; minutos después, ‘Cocho’ Ríos le quitó de la cabeza el gol al mismo europeo.
La segunda parte inició con otro golpe para Ferretti, que fue dejar fuera a Damm por lesión, dándole el ingreso a Damián Álvarez. El ‘Enano’ de inmediato generó un mano a mano de Gignac contra Talavera, del cual salió airoso el portero toluqueño. El peligro era latente.
La desesperación de Tigres benefició a Toluca, que encontró los espacios que tuvo que aprovechar, no por querer, sino porque sin haberlos generado, los encontró, y Fernando Uribe, de cabeza, casi anota, al igual que Aarón Galindo, cuyo remate fue detenido en la línea nada menos que por Gignac.
Toluca quizá se confió, quizá pensó que la eliminatoria estaba hecha y comenzó a aflojar y Cardozo nunca leyó que Damián Álvarez superaba una y otra vez a Óscar Rojas por la derecha, y de ahí nació el centro, centro al que no llegó Gignac, pero sí Javier Aquino, quien tocó el balón lo necesario para mandarlo al fondo de las redes.
Y si Cardozo fue una mala copia de Ferretti, en eso de defender, ahora el ‘Tuca’ jugó el futbol que tanto le gusta, desesperar al rival y ceder la iniciativa para salir en contragolpe y finiquitar el juego, como lo hizo con el tanto de Damián Álvarez, generado por Dueñas y Gignac.
Una inversión de más de 55 millones de dólares vale una final y Tigres va por ella.