Si bien los reflectores se inclinaron con el triunfador de la carrera, el británico Nigel Mansell; el Gran Premio de México de 1992 vio nacer al más vencedor de la F1.

El alemán Michael Schumacher, siete veces campeón del mundo, alcanzó el primer podio de su carrera en suelo mexicano. Arriba de un sorpresivo Benetton B191B, por su desempeño, peleó con uñas y neumáticos su posición de largada para alcanzar el pedestal de vencedores.

Apenas fue su octava carrera dentro de la Gran Carpa, pero el alemán mostraba aptitudes para sacar el máximo rendimiento a su auto.

‘Schumi’, después de saborear su primer gran resultado en la F1, se convirtió en un habitual de los podios. Al final consiguió 155, en sus 19 temporadas en el serial.

En México nunca más corrió. En tanto que su histórico auto se subastó por 456 mil dólares el año pasado.

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