Chicago.— Durante mucho tiempo, la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol vivió en el oscurantismo, olvidándose de medir a sus selecciones nacionales en un torneo fuera de las eliminatorias para la Copa del Mundo.

Fue hasta los 90, que regresó el torneo de naciones, hoy llamado Copa de Oro, donde los mejores representativos de la zona se miden entre sí.

La Copa de Oro ha sido un torneo en el que México y Estados Unidos se alternan los campeonatos. El Tri tiene seis, mientras que el conjunto de las barras y las estrellas cuenta con cinco.

Pero esta edición tiene un sabor muy especial. La Concacaf decidió que para que un equipo nacional fuera a la Copa Confederaciones que se jugará en Rusia en 2017, los campeones de las dos últimas ediciones: 2013 y 2015, se enfrentaran entre sí en un juego de desempate. Los estadounidenses ganaron la de 2013 y tienen medio boleto, por eso, la Selección Mexicana está obligada a conseguirla.

Obviamente que si Estados Unidos gana también esta edición, automáticamente irá a Rusia.

México llega con la que se dice es la mejor generación de su historia. Entre sus filas tiene a campeones del mundo Sub-17 (de 2005) y ganadores de medalla de oro olímpica (2012). La mitad de su equipo juega en Europa y la otra mitad son gente consolidada en la Liga local.

El técnico Miguel Herrera, vitoreado por calificar al Mundial, vive horas amargas por conflictos tanto sociales como deportivos, al ser eliminado en la primera fase de la Copa América y acumular siete juegos sin ganar. Esta es una verdadera prueba de fuego para el ‘Piojo’, quien dicen, pone en peligro su continuidad si no logra el cometido.

El Tri ha tenido dos bajas importantes, la de Héctor Moreno y especialmente la de Javier Hernández, segundo mejor goleador de todos los tiempos con el equipo nacional. “Venimos a ganar el torneo, estamos obligados para hacerlo. No pensamos en fracasar, si tuviéramos eso en la cabeza, mejor no nos presentamos”, ha dicho el entrenador mexicano.

Estados Unidos ha logrado armar un equipo sólido al mando del alemán campeón del mundo Jürgen Klinsmann. Después de pasar inadvertidos en Brasil, los estadounidenses repatriaron a sus estrellas con el objetivo de fortalecer la Liga interna, lo que los ha hecho crecer como conjunto. “No estamos al 100 por ciento”, dijo el teutón después de golear 4-0 a Guatemala en su último juego de preparación para el torneo. “Desperdiciamos muchas opciones de gol y eso no se puede repetir en la Copa”.

Son 12 naciones las que disputarán el torneo, pero en realidad, los ojos de todos están enfocados en las dos favoritas, mas ahora hay que sumar a Costa Rica, que fue el mejor equipo de la zona en la pasada Copa del Mundo de Brasil 2014, al llegar hasta cuartos de final y perder con Holanda en serie de penaltis.

Los ticos, por problemas internos, echaron de su selección al autor intelectual de su buena racha, Jorge Luis Pinto, poniendo en su lugar al histórico delantero Paulo Wanchope.

El resto de las selecciones, como Honduras, Panamá y Canadá, intentarán dar la pelea y ser sorpresa, en tanto que las que quedan: Trinidad y Tobago, Cuba, Guatemala, El Salvador, Haití y Jamaica, intentarán no terminar tan abajo en la clasificación final.

Son 13 sedes las que tiene el torneo. Los equipos visitarán estratégicamente diferentes estados y estadios de la Unión Americana, escogidos para garantizar el lleno, porque a final de cuentas es el público latino el que dejará su dinero en las taquillas.

La búsqueda del oro está por comenzar, y México está obligado, más que nunca, a encontrarlo.

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