El FC Juárez salió muy Bravo y venció en penales (1-4) a Gallos Blancos, que vio como desde los 11 pasos dejaba ir la corona de la Copa MX, en el campo del estadio Corregidora. El cuadro de la frontera, tras los penales, fue despedido entre aplausos por la afición queretana que les reconoció el esfuerzo.

En tiempo reglamentario el encuentro terminó empatado a un gol, luego de que el Querétaro se fuera al frente en el marcador al 34’. Pero en tiempo de compensación, a un minuto del final, Mario Ortiz dio el empate a los Bravos, para definir en penales al ganador.

Tuvieron que pasar 34 minutos para que Gallos Blancos hiciera valer su localía y jerarquía como equipo de primera división, al menos hasta ese momento, ante un cuadro fronterizo que se defendió bien, y luchó en media cancha por el control del balón, aunque al frente no generó grandes acciones de peligro en la meta defendida, en esta ocasión, por Édgar Hernández.

En ese minuto, tras tiro de esquina, Camilo Sanvezzo se adelanta a la marca rival y remata de cabeza, dejando sin oportunidad al arquero del Juárez, Cirilo Saucedo.

Gallos Blancos dejó ir al menos dos oportunidades más de irse al frente en el marcador, una muy clara en un mano a mano de Andrés Rentería con el cancerbero visitante, que  aguantó el embate y mantuvo, al menos en esa ocasión su meta inmaculada. Otra, del mismo Sanvezzo, quien no pudo conectar bien el balón y se fue desviado.

El primer tiempo concluyó con la ventaja para el cuadro queretano, y el aplauso tibio de la afición que acudió al Corregidora, que registró una entrada aceptable.

Para el complemento el Juárez adelantó filas y mantuvo en su propio campo al cuadro albo, quien aprovechaba los espacios para desdoblar al frente a velocidad. Un sector de la afición, al ver calentar a toda la banca queretana pedía el ingreso del arquero Tiago Volpi.

La escuadra de la frontera seguía luchando por hacerse presente en el marcador y controlaba la circulación del esférico incluso llegando a pisar el área queretana en acciones que levantaron a más de un aficionado de su lugar debido al peligro que se sentía en la portería de Hernández.

El nerviosismo de la afición queretana aumentaba al ver ciertas intervenciones del cancerbero local, quien despejaba al centro balones, contrario a lo que marcan los cánones del futbol, pero al final le daban resultado al arquero que mantenía su puerta imbatible.

Los Bravos de Juárez arrinconaban al cuadro queretano, se jugaba en terreno emplumado y el peligro era latente con disparos de Mario Ortiz, y Elson Dias, que no lograban hacer daño. Los tiros de media distancia se sucedían sobre la meta queretana, aunque los emplumados ocasionalmente se iban al frente, para lo cual ingresó al terreno de juego Édgar “Pájaro” Benítez, en un intento del estratega queretano, Jaime Lozano, de preocupar al cuadro de la frontera.

Un cambio más de Lozano: saca a Ángel Sepúlveda, quien es despedido con música de viento por el respetable, e ingresa Emanuel “Tito” Villa, recibido con una ovación. Otro intento de preocupar al cuadro visitante y quitarse la presión que por momento fue abrumadora.

Los últimos minutos para los queretanos fueron de contener a los Bravos que honrando el mote buscaban llegar a la portería rival, pero la defensa emplumada se paraba bien y se adelantaba, cerrando los espacios. También recurría a las faltas, que el árbitro Adonai Escobedo González no dudaba en marcar.

En dos ocasiones los Bravos pudieron anotar el empate, pero la falta de contundencia de sus delanteros. La más clara de Mario Ortiz, luego de un rechace del cancerbero queretano, que fue a caer a los botines del jugador juarence.

El público pedía la finalización del encuentro, pues la sensación de peligro se sentía en el aire. En tiempo de compensación, Mario Ortiz, el hombre más peligroso del Juárez, empató el marcador forzando los penales y el desenlace desde los 11 pasos.

Google News

TEMAS RELACIONADOS