Morelia .— Obligado por las circunstancias, el “espectacular” América de Gustavo Matosas rasguña un empate a dos goles ante el Morelia, equipo que llegó como el sotanero general a la disputa de esta quinta jornada.

Pocas realidades en el seno emplumado. Las Águilas llegan a ocho puntos, pero su deuda futbolística se mantiene tan grande como la inversión de 25 millones de dólares que hicieron para buscar el bicampeonato.

La directiva del vigente monarca del futbol mexicano asegura una y otra vez que “es un proceso, que vamos evolucionando porque hay mejoría”.

Pero los resultados son magros. Mientras en el torneo pasado, el América de Antonio Mohamed llevaba pleno de victoria hasta la quinta fecha, ahora con Matosas suma apenas dos triunfos, dos empates y una caída.

Ante un equipo abandonado como el Morelia, los capitalinos sufren. Les cuesta llegar al área rival y cuando lo hacen, Oribe Peralta no puede empujar lo que hubiese sido el gol del triunfo.

De entrada, el América abandona los colores que le han dado identidad a lo largo de su historia, al utilizar una vez más su indumentaria en color verde limón, pero no sólo es eso, pues el equipo de Matosas también hace a un lado el espectáculo, lo deja extraviado en un lugar donde sólo lo “recupera” obligado por las circunstancias.

El gol de ‘Pikolín’, Marco Antonio Palacios, es el colmo para el americanismo. Lo recibe en una pelota parada y con un remate típico del zaguero de Morelia: con la espalda y sin mirar el esférico (32’). Alfredo Tena celebra el 1-0. Monarcas parece que da la campanada sobre el vigente campeón.

Las caras largas invaden a los fans de los emplumados en las gradas del Morelos. Contraste con el éxtasis local, que anhela sonrisas duraderas.

Mas Darío Benedetto devuelve la tranquilidad al América. Un remate de cabeza estético lo anida en la cabaña michoacana. Un golpe necesario porque llega apenas tres minutos después del tanto de la “monarquía” (35’).

Al 40’, los capitalinos, con el 1-1, reclaman un penal sobre ‘Cepillo’ Peralta que no decreta el árbitro central, Ricardo Arellano Nieves.

Para la segunda mitad, el partido se ensucia y se vuelve violento. Las patadas de los americanistas son consentidas por el juez central. La más artera es la que realiza Carlos Darwin Quintero, quien le tira un fuerte puntapié al ‘Pikolín’ sin balón de por medio. Una agresión que debiera costarle al ex de Santos tres partidos de suspensión y a Arellano perderse la siguiente fecha.

Llega un nuevo gol de Morelia, por vía de Carlos Guzmán, quien envía el esférico al fondo con un tiro al poste defendido por Moisés Muñoz (65’).

América vuelve a igualar cinco minutos más tarde. El defensa paraguayo Pablo Aguilar —suplente de inicio— empuja un balón que quedó a la deriva en el área michoacana, luego de que en el centro, el portero local, Carlos Rodríguez, salió de paseo sin poder atrapar el balón. El 2-2 hace crecer a los emplumados, pero no les alcanza.

Llegan, pero no encuentran el gol de los tres puntos. Benedetto sacude el travesaño al 90’. Las Águilas se quedan con las ganas del triunfo, pero en realidad su reacción fue obligada por la necesidad de sumar al menos uno, al verse abajo en el marcador.

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