ATLANTA.— Héctor Moreno, Diego Reyes… Hasta Rafael Márquez. Todos felicitaron a Guillermo tras el silbatazo final del costarricense Walter Quesada. No era para menos. El guardameta del Ajaccio evitó que las inquietudes por el funcionamiento del Tricolor fueran más intensas.

Complicado ensayo para la Selección Mexicana, con todo y sus “legionarios europeos”. Productivo y doloroso. Intermitente actuación en la velada que marcó la presentación del polémico uniforme rojo, aunque los reflectores fueron robados por el único que vistió de negro.

Miguel Herrera afirmó que el desempeño ante Nigeria no sería clave en la toma de decisiones, mas Ochoa comprobó que está listo para luchar por la titularidad en Brasil 2014. Su sitio en la nómina mundialista luce asegurado.

Tres atajadas que valieron para sostener la igualada ante las potentes Águilas Verdes (0-0). Primera vez que el Tricolor versión Piojo, no gana, justo cuando echó mano de las piezas que tiene del otro lado del Atlántico.

La mayoría reflejó su presente. Ochoa comprobó que ser sotanero en la Liga de Francia pasa por la falta de recursos a nivel colectivo, porque en lo individual, no hay queja.

A diferencia de Javier Hernández, presa del ostracismo al que le tiene confinado David Moyes en el Manchester United. Las piernas del chico lucen entumidas. Son las secuelas de la prisión futbolística en la que cayó durante los más recientes meses. Él y Javier Aquino fueron los europeos con menos minutos (45), mientras que Ochoa, Moreno y Andrés Guardado jugaron todo el partido.

Ninguno fue capaz de aportar el chispazo que destrabara el cotejo, aunque El Principito volvió a mostrar que puede ser desequilibrante por izquierda, cumplió en su juego 100 como seleccionado nacional, y Héctor Herrera, que su cerebro es mucho más veloz que el del futbolista mexicano promedio.

Insuficiente para superar a un equipo bastante parecido a esos Leones Indomables con los que se jugará el viernes 13 de junio en Natal. Nigeria reafirmó que el debut en la XX Copa del Mundo no será sencillo, aunque tampoco imposible.

El meta Vincent Enyeama hurtó el paso inmaculado a Miguel Herrera, quien no pudo alcanzar a Alfred C. Crowle (1938) y Bora Milutinovic (1983) como los únicos estrategas nacionales que ganan sus primeros cinco partidos dirigidos.

Oribe Peralta también se quedó con las ganas de implantar una marca. Se fue sin gol, por lo que dejó en seis su cadena de partidos seguidos estremeciendo las redes contrarias. Fue incapaz de quebrar el empate con Enrique Borja.

Al igual que los símiles de Charlie Brown con los potentes africanos. Eso explicó que El Piojo ya no tuviera voz durante los minutos finales. Se le agotó durante los primeros 23 minutos, en los que Ochoa rescató el barco para mantener el invicto de Herrera con el Tri.

Dulce retorno del tapatío al arco nacional. Casi cinco meses después, comprobó que lanzarse a la aventura en la paradisiaca isla de Córcega no fue un error. El Piojo le otorgó 90 minutos para demostrarle que no quiere ir a un tercer Mundial para ser suplente. Cumplió.

Y el entrenador duda… Al igual que José de Jesús Corona y Moisés Muñoz, quienes observaron las innumerables felicitaciones a un hombre que sigue en competencia, por más que habite a miles de kilómetros de México.

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