Salvador de Bahía.— Es un día muy atípico en Salvador de Bahía. Llueve y hace frío, contrario a lo que había sucedido los días previos. Además, los mexicanos hacen su aparición en la Arena Fonte Nova. Si el Liverpool de Inglaterra “nunca camina solo”, el Tricolor “siempre viaja acompañado”.

Y uno de esos compañeros de aventura es un hombre disfrazado del Chapulín Colorado. Sergio Castellanos es tapatío y utiliza el emblemático traje del personaje creado por Roberto Gómez Bolaños. Se pasea por una de las calles que da a la sede del encuentro entre México y Alemania.

El paisano presume su “chipote chillón” y se muestra optimista en que la Selección del “Potro” Gutiérrez hará “un muy buen papel” en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. No es el único compatriota en tierras brasileñas que busca seguir al Tricolor.

En las gradas del recinto de Salvador, hay entusiastas que portan la playera mexicana. Son tan alegres, que contagian a los brasileños a su fiesta particular. En cantidad, los fans nacionales son muchos menos que los que suelen acudir a ver los encuentros del representativo en Estados Unidos.

El típico “Cielito Lindo” se corea en un estadio que luce semivacío, porque el duelo no genera un interés suficiente para que se acerque al lleno... Ni siquiera a la mitad de su capacidad. Por ahí aparecen algunos alaridos de “Ehhh pu...” cuando despeja el portero alemán, pero son tímidos.

Algo tiene el Tri que siempre, donde quiera que vaya, aparecen los mexicanos listos para apoyarlo. No importa lo lejos que esté la ciudad donde juegue o la importancia del torneo. Héctor Alfonso Morales / Enviado

Google News

TEMAS RELACIONADOS