Los Vikings llegan al Mercedes Benz Stadium con siete victorias consecutivas. Los Falcons, han ganado sus últimos tres partidos.

La mejor sorpresa que nos ha entregado esta temporada la NFL ha sido Minnesota (9-2), líder del Norte de la NFC. A pesar de que Case Keenum no es considerado como un quarterback de élite, el sistema ofensivo planteado por el head coach Mike Zimmer funciona a la perfección.

El egresado de la Universidad de Houston arribó a Minnesota como suplente de Sam Bradford, quien llegó para sustituir la baja de Terry Bridgewater por una rotura de ligamentos en agosto de 2016.

Sin embargo, Bradford —conocido por sus múltiples lesiones en su carrera de NFL— sólo inició los dos primeros juegos de la temporada por complicaciones en las rodillas. Keenum entró como relevo mientras Bridgewater estaba al 100 por ciento, mas el texano demostró calidad en la estrategia de Vikings.

Case ha completado el 66% de sus pases para 2 mil 476 yardas y 14 anotaciones. Por acarreo, el quarterback entrega una dinámica diferente si no hay un receptor abierto, ya suma 103 yardas terrestres. Este nivel le permite mantenerse como el estelar de Minnesota, mientras que Bridgewater, quien no juega desde enero de 2016, espera en la banca.

Vikings empieza a ser considerado como el primer equipo que podría jugar el Super Bowl en su estadio. Pero primero debe contener a Matt Ryan, Julio Jones y un ataque que promedia 31.6 puntos.

La defensiva de Atlanta ha ajustado y actualmente, es décima, con 321 yardas permitidas por juegos. Vikings tiene a la quinta mejor defensa. Redacción

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