Todos estaban conscientes de que violarían el decálogo anti multipropiedad elaborado el 20 de mayo, incluso quienes compraron al Atlas, pero Decio de María asegura que se trataba de una situación de emergencia.

“Básicamente hay dos posiciones: trastocar el documento o resolver una coyuntura. Ahí estuvieron los pros y contras”, describe el titular de la Liga MX. “El Atlas no hubiera aguantado la próxima semana”.

Discurso con el que argumenta la polémica compra de los Zorros por parte de Televisión Azteca, esa que fue reprobada por cinco clubes durante la asamblea de dueños.

Miguel Ángel Couchonnal, presidente del Atlante, y su homólogo en el Toluca, Jesús Vallejo, reconocen abiertamente que se opusieron a que la empresa del Ajusco hiciera a los Rojinegros “nuevos hermanos” del Morelia.

“Esta toma se hace después de una decisión unánime en la última Asamblea, la cual había determinado que no se incrementara el número de equipos de un mismo dueño de aquí en adelante, pero el Club Atlas expone un asunto de grave crisis en su situación financiera, era de quiebra”, revela el directivo azulgrana. “Entonces entran Ricardo Salinas [propietario de TV Azteca] y Gustavo Guzmán [presidente del Comité de Deportes de Grupo Salinas] para exponer sus razones de entrar”.

“Les expresamos que estábamos en contra, basándose en los estatutos y acuerdos de la Federación [Mexicana de Futbol]. Otros dijeron que era más benéfico aceptar la compra y evitar que el Atlas tuviera más problemas”.

Causas que no convencieron a algunos, pero sí a la mayoría.

“Nuestra postura es que siempre se respeten los acuerdos y los reglamentos que ya habíamos tomado con anterioridad”, sentencia Vallejo, presidente de los Diablos Rojos.

—Entonces, ¿votaron en contra?

“Sí. Lo que queremos es que se respeten los acuerdos que ya habíamos tomado con anterioridad.

Esos que De María no ignora, aunque insiste en que era mucho más importante evitar que el popular equipo tapatío desapareciera.

Además, valora la exigencia de que Azteca se desprenda de uno de sus clubes, a más tardar, en 2016.

“Evidentemente que se trastoca un proyecto como el que anunciamos hace cinco meses, nadie puede decir que no es así”, concede, serio. “Dentro de ese marco, y analizando la coyuntura puntual, que no es fácil, porque es una institución con más de 90 años, hay que tomar decisiones... Y en ese marco, está esa restricción adicional que se impone para —en el caso de Monarcas y Atlas— desincorporar a uno para el primer semestre 2016”.

“Sí se trastoca, pero por eso se pone una restricción adicional, para mantener el rumbo de la decisión de hace cinco meses: unipropiedad”.

Muchos propietarios quedaron satisfechos con el sui géneris candado, no Couchonnal.

“La idea es que no hubiera [multipropiedad], pero creo que varios cambiaron de opinión”, lamenta. “Alguien expuso que si era un voto de conciencia o estatutario, y —en este caso— creo que el de conciencia ganó, porque estatutariamente había problemas, era difícil votar esa aprobación sin cambiar la norma, pero finalmente se hizo”.

Según De María, era la única salida. Ante la negativa de los socios rojinegros a invertir y la llegada de ofertas con dinero de dudosa procedencia, la televisora emergió como única opción.

“La situación no era halagadora, los compradores tampoco, y Televisión Azteca tomó la determinación de hacer una adquisición”, afirma el hombre fuerte del certamen local.

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