PACHUCA.—San Luis hace hasta lo imposible para ponerse al alcance del Querétaro en la tabla porcentual. Los potosinos, tras caer con los Tuzos, no sumaron, los Gallos Blancos sí y de tres. Es decir, hay otro involucrado en la lucha por la permanencia en el máximo circuito y viste de auriazul.

Apenas el San Luis le saca nueve puntos a los emplumados en esa disputa por no irse al infierno de la Liga de Ascenso. Focos rojos en el cuadro dirigido por Carlos María Morales.

Lo volvió a hacer. Ángel Reyna tomó a uno de sus compañeros y lo lanzó por el césped del estadio Hidalgo. Esas piruetas de luchador ya son su patente cuando muestra su alegría.

El atacante de los Tuzos se ha cargado a su equipo al hombro. Se le ve feliz en el terreno de juego, se divierte como niño.

Y como todo infante tiene una imaginación muy amplia. Se planea crear poemas de gol, quitándose dos rivales y poniendo el balón en el ángulo de la cabaña rival.

Luego, después de inventar anotaciones así, las realiza por más cerrado y férreo que esté el juego.

Con ese espectacular tanto, había el morbo de saber si festejaría como gladiador del ring, luego de que hubo una intentona por parte de la Liga para prohibirle ese tipo de festejos. Esa medida, la critíco Reyna.

Finalmente, los jerarcas de nuestro balompié le permitieron su celebración. Tal cual festejó el segundo tanto hidalguense. Pero esta vez no fue una pirueta de tijera, sino que se tendió en el piso y arrojó a uno de sus compañeros. Antes, fue felicitado por los demás hidalguenses.

El cuadro tuzo, en silencio, con bajo perfil, comienza a escalar posiciones en la tabla (16 puntos). No genera miedo como los que están en la cúspide del Clausura 2013, aunque sí se ha convertido en un equipo serio.

San Luis, que buscó un punto con el gol de Iván Pérez, el cual igualó el de Christian Suárez, ya está involucrado en la quema del descenso.

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