Alfredo Ríos, ‘El Conde’ realizó lo más destacado de la segunda corrida de la Temporada Grande, celebrada ayer ante una aceptable entrada en la Monumental Plaza México. El experimentado diestro jalisciense le dio muletazos a media altura con temple y suavidad al único buen toro del encierro de la ganadería de Lebrija, al que le costaba emplearse pero que atesoraba buen estilo y nobleza. La faena se caracterizó por el pulso de Alfredo, quien merecía cortar una oreja que le negó la autoridad. También se mostró centrado en su segundo turno. Al cuarto toro lo mató de una estocada fulminante.

Uriel Moreno ‘El Zapata’ cubrió espectacularmente el segundo tercio en sus dos apariciones. Estrenó el par de ‘La Carrillera’ parecido al llamado ‘Monumental’, pero con la diferencia de un giro en otro sentido y clavando las banderillas al estilo de los caballistas cuando clavan un rejón de castigo. En el último tercio los dos toros de su lote brindaron pocas prestaciones al variado torero tlaxcalteca.

Por su parte, David Fandila, ‘El Fandi’, también cubrió espectacularmente el tercio de banderillas, pero poco pudo hacer después dada la poca colaboración de sus enemigos, especialmente el sexto, que volvía sobre las manos y rebañaba.

En el prólogo ecuestre, destacó la buena monta del hidalguense Horacio Casas ante un toro que dejaba estar de la misma vacada de los hermanos Raúl y Arturo Lebrija Bailleres. Los Forcados Hidalguenses consumaron la pega al primer intento, llevando como cabo a José Luis García ‘El Charro’.

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