SOFÍA.— El Real Madrid sufrió lo indecible para superar apenas 1-2 al Ludogorets búlgaro, el equipo más humilde de la Liga de Campeones, gracias a un gol del francés Karim Benzema, quien entró de cambio al 66’, en lugar de Javier Hernández, para resolver el sufrido triunfo de unos merengues que ayer jugaron con su uniforme negro.

El conjunto español sufrió lo impensado, porque jugó con exceso de confianza y necesitó un polémico penalti marcado por Cristiano Ronaldo y la entrada de Benzema en la segunda mitad, para dar vuelta al gol anotado por Marcelinho al comienzo del encuentro.

Con ello, el equipo de Carlo Ancelotti manda en su grupo con seis puntos, tres más que el Liverpool y el Basel, mientras que el Ludogorets todavía no ha sumado.

El Real Madrid salió al campo confiando en su teórica superioridad y trotó por el terreno de juego. Eso se paga en la Liga de Campeones y ante cualquier equipo, incluido el Ludogorets, que se adelantó en el marcador a los siete minutos de la forma tradicional en la que los ayer negros reciben goles: a balón parado.

Fue en un tiro de esquina cobrado al primer palo. Moti tocó y el brasileño Marcelinho empujó a la red. El conjunto búlgaro castigó la fría salida de su rival.

Ancelotti reservó inicialmente a piezas como James Rodríguez, Toni Kroos o Benzema, aunque todos ellos salieron en la segunda parte. Pero no fue problema de hombres. Así, entraron Isco y Javier Chicharito Hernández, y fueron de los pocos jugadores merengues que se salvaron en la primera parte.

Precisamente, el mexicano forzó un penalti a los 10 minutos. Lanzó Cristiano Ronaldo y el arquero Vladislav Stoyanov paró el balón con una sensacional intervención.

El Real Madrid no sólo estuvo pasivo en ataque, sino que concedió mucho en defensa. El Ludogorets, con muy poco, fue capaz de crear peligro, principalmente por la banda izquierda, en la que Marcelo estuvo especialmente desafortunado en defensa.

Sin embargo, el conjunto blanco contó con otro penalti a favor a los 25 minutos por una caída de Cristiano Ronaldo en una acción muy protestada por los locales. Esta vez no erró el portugués y el empate subió al marcador.

El Madrid mejoró tímidamente en el tramo final de la primera parte, animado por el buen despliegue de Isco y Hernández. El equipo búlgaro, muy cansado, agradeció especialmente la llegada del descanso.

Para la segunda mitad, el cuadro español tuvo una opción clara, pero Chicharito la falló y con ello sentenció su estancia en el cotejo.

Ancelotti tomó decisiones drásticas y puso en el campo a Benzema, al 66’. Fue un cambio significativo, pues el francés propició un giro en los acontecimientos.

Y 11 minutos después, Marcelo centró y apareció Benzema en boca de gol para anotar el del triunfo.

El Real Madrid acabó defendiendo con todo en su área y suplicando el final del encuentro. Vivió una agonía con la que no contaba, aunque terminó celebrando tres puntos valiosos. Lo único que el actual campeón de Europa recordará de su visita a Bulgaria.

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