Asunción.— En 2003, Pumas participó por primera vez en la Copa Libertadores. El equipo universitario visitó ese año Venezuela, Brasil, Bolivia y Uruguay, y no ganó.

Volvió a intentarlo en 2006, regresó a las canchas venezolanas brasileñas y uruguayas y tampoco pudo gritar: ¡victoria!

Trece años después lo logró.

Pumas ganó de visita al fin y se consolidó como líder del Grupo 7 de la Libertadores al pasar 0-2 sobre el Olimpia de Paraguay.

El triunfo fue puramente “libertador”, con un equipo universitario que sacó la garra y a cuenta gotas el futbol, lo suficiente para someter a un histórico cuadro paraguayo, el cual está sumido en una crisis deportiva, social y económica, de la que difícilmente podrá salir pronto.

Luis Quiñones, a los 51 minutos e Ismael Sosa a los 69’, fueron los verdugos del Olimpia, en un juego en el que el carácter fue lo que sacó adelante al cuadro mexicano.

Durante el primer tiempo se vivió un clásico juego de Libertadores. Ambos equipos se trenzaron en una dura lucha por el balón en todos los sectores de la cancha, en el que en cada barrida, los futbolistas se jugaban el físico, como sucedió con Javier Cortés y el ex cruzazulino Cristian Riveros, quienes se arrojaron por el balón en media cancha, dándose un duro golpe que hizo que se temiera lo peor.

Lo cual no sucedió.

Vivió momentos de apremió el cuadro auriazul durante la primera parte, de los cuales salió avante gracias a su portero, el seleccionado nacional Alejandro Palacios.

Lo del ‘Pikolín’ ya no es casualidad, al veterano portero le llegó tarde la madurez, pero la ha aprovechado de gran forma, siendo claro en las jugadas apremiantes.

Pumas entendió que el juego no era para hacerlo bonito, sino para hacerlo efectivo, y en el segundo tiempo hizo uso de la cancha mojada para jugar en largo, para desesperar al Olimpia.

Primero vino una jugada riñonuda de Eduardo Herrera, quien entre dos defensores paraguayos aguantó el balón, soportó una patada en la cabeza para dejarlo a Quiñones, quien con un simple toque abrió el marcador.

Con un conjunto local volcado al frente, Pumas jugó al “gato y al ratón”, al contragolpe y claramente le dio resultado.

Otra vez Herrera fue clave en la jugada, ya que en media cancha aguantó la pelota, levantó la cabeza y mandó un largo servicio a la velocidad de Ismael Sosa. El argentino ganó por piernas a los defensas para al entrar al área, cruzar al portero Diego Barreto.

Olimpia se entregó, ya no hubo más porqué pelear. Pumas dejó pasar el tiempo, ‘Pikolín’ junto a Darío Verón se agigantaron y el triunfo se consumó.

Así que después de 13 años de su primera visita a suelo sudamericano, el Universidad Nacional salió con un triunfo. Tuvo que pasar por Venezuela, Brasil, Bolivia, Uruguay y ahora Paraguay para conseguirlo, lo que al finalmente sucedió, lo que a final de cuentas se disfrutó, aunque haya tardado tanto en llegar.

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