Barranquilla.— La mañana del 20 de julio, en el pabellón del Colegio Merymount, se entonó por primera ocasión el himno nacional mexicano. Había transcurrido un par de horas en el inicio de la jornada, cuando la taekwondoín Daniela Rodríguez provocó la primera alegría para México de los Juegos Centroamericanos.

La jornada de ayer, el medallero en esta justa regional cerró con el oro del equipo de nado artístico en rutina libre combinada.

El recorrido mexicano en Barranquilla 2018 tiene huellas femeninas. Sin ser el músculo de la delegación, han cargado con el mayor porcentaje de preseas doradas, que ya le dieron a México su primer título en Centroamericanos desde San Juan 1966 (con Cuba participando). De los 675 deportistas que el Comité Olímpico Mexicano inscribió en la justa regional, 372 son hombres, un cinco por ciento más que las mujeres que viajaron a territorio colombiano.

 

Las chicas apostaron por calidad y no por cantidad, y ganaron. Las atletas marcan la pauta con 55 metales áureos, 11 más que los hombres; 11 son mixtos. En el total de 274 preseas, el 54 por ciento corresponde a las mujeres de la delegación.

El poder femenino de México es tal, que si ellas compitieran solas como país, se ubicarían, al cierre de esta edición —faltaban pruebas de atletismo—, en el tercer peldaño del medallero, detrás de Cuba (65) y Colombia (58).

“Estamos muy contentas por el trabajo que todas hemos hecho. Creo que además de que [las preseas] son una satisfacción para nosotros, sirven de aliciente para que cada vez más niñas se adentren en el deporte”, señaló Nuria Diosdado, quien ayer lideró al equipo de nado artístico.

La guanajuatense Liliana Ibáñez terminará como la atleta con más laureles (9) en Barranquilla.

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