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Ante Honduras, el experimento final

Ante Honduras, el experimento final
30/06/2015 |23:53
Redacción Querétaro
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Houston.— Han pasado los años y la rivalidad que México tenía con los equipos centroamericanos tomó dirección al norte: Estados Unidos. Antes, el clásico de Concacaf era entre el Tricolor y Costa Rica, y después apareció la rivalidad contra Honduras.

Más que rivalidad, hay odio. México y Honduras chocan hoy en el estadio NRG rumbo a la Copa de Oro.

Pero ante los catrachos no hay amistosos. Estos juegos son como la guerra. Como decía Javier Aguirre: “La guerra, pero sin muertos”.

“A veces no importa si ganamos algo, si calificamos o no al Mundial. Si México queda más abajo de nosotros, es suficiente”, dicen los hondureños.

Y la prensa catracha lo ensalza aún más. La portada del diario Diez publica una foto de Javier Hernández hincado y titula: “Así queremos dejarlo”. Además, una caricatura donde el ‘Piojo’ pende de un acantilado.

Para Miguel Herrera, técnico nacional, esto no es nuevo. “Ya lo hemos visto en otras ocasiones ese tipo de mensajes”, recordó. “Nos sucedió alguna vez allá [en Tegucigalpa en 1993]. Estuvimos tres horas sin salir del vestidor porque ganamos 4-1. No es nuevo. Nuestra Liga es una de las mejores de América”.

Herrera, sin embargo, mostró respeto por el rival: “Ya no hay tantas distancias en el futbol, pero es obvio en estos duelos: siempre se pondrá a México como favorito”.

“Todos en el área queremos ganarle a México, eso está claro. No hay más”, alimentó el colombiano Jorge Luis Pinto, técnico de los catrachos, quien antes —al frente de Costa Rica— se familiarizó con la rivalidad: “Jugar contra México te da categoría, y ganarle, más”.

Miguel Herrera alabó a Pinto. “Ordena muy bien a los equipos. Le quiere poner otra cara a Honduras, que ahora juega más acomodado. Se para con línea de cinco, cuatro en medio y un delantero. Busca el desdoble y sabe que tiene elementos para hacerlo”.

La antipatía contra los catrachos creció hasta estos tintes, dicen, en el premundial hacia el Mundial España 1982, celebrado en tierras hondureñas. Ahí se dejó escuchar una frase: “En Centroamérica se juega con una pelota cuadrada”. De ahí para adelante.