Me parece que el avance social que ha tenido el estado de Querétaro es importante. A nivel gobierno, la percepción de la pobreza tiende a ser buena. El crecimiento industrial de nuestra entidad en sus diferentes modalidades y en su desarrollo, evidentemen te tiene una mejoría, con un impacto y una presión que hemos tenido porque vienen migrantes mexicanos, es decir, personas que vienen de otras ciudades buscando el sueño queretano y, en ocasiones, se establecen en asentamientos de manera irregular. Por ejemplo, se han construido cinturones urbanos de personas provenientes de Hidalgo, Oaxaca, incluso de San Luis Potosí en búsqueda de una nueva oportunidad y que generan pobreza urbana.

Sin embargo, creo que la percepción es positiva. Habrá que analizar los datos muy puntuales del municipio para tener una opinión profesional. De lo que yo conozco cuando fui alcalde de Corregidora, en este municipio se registraba un 0.9% de la población en pobreza extrema.

Entender que las cifras de pobreza no significa necesariamente que aumente la calidad de vida es una visión, pero los avances de una sociedad se tienen que traducir con indicadores y eso es en lo que estamos trabajando muchos políticos a través de los años, que existan indicadores, datos duros y reales hechos por terceros, no por el mismo gobierno, para medir nuestros avances.

¿Cuál es el indicador de la calidad de vida? Eso no deja de ser un tema de percepción. Hay un indicador que empezó a surgir a nivel mundial y nacional, pero ya no se siguió evaluando y es el índice o el ranking de felicidad, por ejemplo. Entonces, me parece que ese es un elemento fundamental en la calidad de vida.

Creo que es fundamental que disminuyamos las grandes diferencias entre el México rico y el México desprotegido o pobre. Es una situación lacerante que ofende y lastima a muchos. No sólo en el nivel económico, sino también en el comportamiento social.

La mejora en la calidad de vida también tiene que ver con la seguridad ¿En qué momento puedo sentirme seguro? En el momento en el que pueda disfrutar del espacio público, en el que disfruto de las calles y eso también representa calidad de vida.

Otro de los temas fundamentales es la seguridad, en lo que respecta a poder gozar y disfrutar de nuestra ciudad, que podamos volver a salir con tranquilidad, a los parques, a los espacios deportivos sin temor; o que en las noches los chavos puedan ir al antro sin riesgo.

Me parece que el entender que una reducción en las cifras de pobreza, no representa una mejora en la calidad de vida, es importante y es válido, pero no podemos separarlo de los indicadores. Los números son fríos y nos tienen que hacer superar una condición para que después pensemos en los elementos trascendentes. Hay que estar satisfechos con el estómago y después empezamos a pensar en otro nivel de bienestar.

Una de las pláticas públicas que ha adoptado, el gobernador Francisco Domínguez me parece fundamental y creo que es una orientación extraordinaria en el gobierno: el apoyo en la educación.

La mejor manera de salir de la pobreza y resolver gran parte de la problemática es a través de generar oportunidades educativas para todos. Disminuir la deserción escolar y eso es uno de los elementos fundamentales. Los queretanos quieren una mejor educación y quieren también reducir los tiempos de traslado de un espacio a otro.

Otra cuestión que nos lleva a mejorar nuestra calidad de vida y que nos tiene que transformar, es la cultura. Esto conlleva recreación y prevención; tenemos además que participar con labores preventivas, recuperar labores y el sentido de pertenencia de nuestras ciudades y nuestros barrios, que volvamos a saludarnos y dejemos de ser impersonales.

A partir de ese momento, vamos a disfrutar la compañía de los vecinos, convivir y participar con ellos. De esa manera, aunque parezca una receta muy sencilla, iremos construyendo una sociedad más disfrutable, más compartida y por ende, una calidad de vida que nos haga sentir satisfechos y orgullosos de ser queretanos.

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