El pintor zacatecano Rafael Coronel Arroyo falleció ayer a los 87 años en su casa, en Cuernavaca. Su hijo, el escritor y fotógrafo Juan Coronel Rivera, informó a través de su cuenta de Facebook acerca del deceso de su padre: “Con profundo dolor les hago saber que mi padre, el pintor Rafael Coronel Arroyo, acaba de fallecer. QEPD.”

Viajero incansable, coleccionista de arte popular mexicano, admirador del arte europeo, sarcástico, generoso —en 1990 fundó en Zacatecas un museo con obras y objetos que donó—, Rafael Coronel fue uno de los grandes impulsores de una nueva pintura figurativa en México en la segunda mitad del siglo XX.

Nacido en Zacatecas en 1931, Coronel vivía en Cuernavaca desde comienzos de los años 80. Su trayectoria de 70 años en el arte despuntó a principios de los años 50 cuando llegó a México; inició por estudiar Arquitectura en la UNAM, pero acabó por inscribirse en la Escuela de Pintura y Escultura La Esmeralda. Aunque sus primeros trabajos tuvieron una experimentación dentro del arte abstracto, su obra pasó a ser figurativa, tendencia que mantuvo después.

Hermano del también artista Pedro Coronel (quien falleció en 1985), Rafael Coronel se casó en 1960 con Ruth Rivera Marín (1927-1969), hija del pintor Diego Rivera, con quien tuvo a su hijo Juan.

Rafael Coronel ha sido un artista incansable, viajero, dedicado a su profesión; sus dos pasiones eran la pintura y su hijo. Creo que es el único artista vivo que expuso tres veces en Bellas Artes; expuso también en el Museo de Arte Moderno. Fue premiado en las bienales de Sao Paulo y de Japón. Su obra plástica tiene un gran sostén, se mantiene vigente”, dijo la galerista Lourdes Sosa, amiga del artista y quien creó su galería en el 2000, precisamente porque Coronel la animó a hacerlo.

Arnaldo Coen, pintor y esposo de Lourdes Sosa, recordó que conoció a Coronel por el bailarín Guillermo Arriaga, el fotógrafo Nacho López, el pintor Francisco Corzas y otros artistas de la generación de pintores conocida como Nueva Presencia.

“Fue muy generoso conmigo —cuenta Coen—. Cuando me convencieron de que dejara de ser publicista y me dedicara a hacer pintura, Rafael, junto con Ruth, su esposa, me hizo, en mi segunda exposición, una recepción espectacular, en casa de Diego Rivera”. Coen contó que coincidía con Coronel en el placer de ver el futbol y el box, y que incluso el pintor zacatecano llegó a jugar en la Segunda División.

Coronel fue autor de una amplia obra que presentó en exposiciones individuales en galerías y museos internacionales; exhibió en museos de otros países como el de Arte Moderno de Nueva York, el Real de Arte de Bruselas.

En 1990, con obras de su colección, creó en Zacatecas el Museo Rafael Coronel, que nació con alrededor de cinco mil objetos —muchos de éstos máscaras mexicanas—, como dijo ayer Miguel Ángel Díaz Castorena, director del Museo Rafael Coronel en Zacatecas:

“Él, básicamente, reunió una colección de arte popular mexicano y este museo alberga la colección de máscaras mexicanas más grande del mundo, todas fueron usadas para lo que fueron hechas: fueron bailadas”. Cuando se inauguró el museo eran alrededor de cinco mil, actualmente son alrededor de 11 mil piezas porque el maestro nunca dejó de coleccionar”, dijo en entrevista telefónica el director del Museo.

Viejos amigos.

“Fue mi amigo por 40 años, una gente con la que trabajé pero tuve también una relación de amistad. Se pierde al amigo, se pierde al artista, pero sigue vigente”, lamentó Lourdes Sosa.

En comunicados de prensa, la Secretaría de Cultura y el INBAL lamentaron el deceso del artista. Informaron que la Secretaría de Cultura, a través del INBAL, y el gobierno de Zacatecas, le rendirán un homenaje. No precisaron cuándo.

La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, lamentó el deceso del pintor quien “perteneció a una familia de tradición en la plástica mexicana. Su diálogo estético fue con México y su tiempo, pero también con el mundo. Miembro emérito del Sistema Nacional de Creadores, hemos perdido a un gran artista emblemático de una época de México”.

La directora del INBAL, Lucina Jiménez dijo: “Rafael Coronel está mirando a través del tiempo mágico que separa los planos de la vida, las máscaras que legó al pueblo de Zacatecas, su obra plástica, sus retratos y los murales que pintó. Toca honrar su memoria y reconocer su obra, ratificarla ante las nuevas generaciones”. (Con información de Frida Juárez)

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