Jorge Ibargüengoitia nació el 22 de enero de 1928 en Guanajuato, Guanajuato. Dramaturgo, narrador, escritor y ensayista, Ibargüengoitia era capaz de convertir en sátiras mordaces a cualquier elemento grotesco o absurdo sobre el que se posaran sus ojos.
Ibargüengoitia mismo escribió: “Si vivo ochenta años, cuando muera dejaré un montoncito de libros y me llevaré a la tumba una vastísima biblioteca imaginaria”. Palabras que surgieron en la celebración por sus 50 años y hablan de su amor por las letras.
A lo largo de su carreraobtuvo varios premios, destacan Ciudad de México de la VII Feria Mexicana del Libro en 1960 por su obra La conspiración vendida, Casa de las Américas 1963 por la obra de teatro El atentado, y en 1964 por la novela Los relámpagos de agosto. Premio de Novela México 1975 por Estas ruinas que ves.
Para celebrar su 91 aniversario de nacimiento, lo recordamos con sus frases más inspiradoras.
“¿Qué toma usted?” “No bebo, me contestó”. “Y deveras no bebía. Ese era uno de sus peores defectos”.
“Para él el trato humano es comunicación de cerebro a cerebro, esto quiere decir, entre hombres, porque ¿quién va a saber lo que tienen en la cabeza las mujeres?”
“Lo triste o lo alegre de una historia no depende de los hechos ocurridos, sino de la actitud que tenga el que los está registrando”.
“Una muchacha decente tiene que ver inmoralidades en el cine, porque hay cosas que es indispensable saber”.
“¿No opina usted que el uso de los guardaespaldas es indicio de que hay algo podrido en el gobierno?”.
“Si vivo 80 años, cuando muere dejaré un montoncito de libros y me llevaré a la tumba una vastísima biblioteca imaginaria”.
“Si no voy a cambiar al mundo, cuando menos quiero demostrar que no todo aquí es drama”.
“Si son ingeniosos mis artículos es porque tengo ingenio, si son arbitrarios es porque soy arbitrario, y si son humorísticos es porque así veo las cosas, que esto no es virtud, ni defecto, sino peculiaridad."
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