Publicaciones y dinámicas en las principales redes sociales, videos en YouTube, la difusión de archivos Portable Document Format (PDF) y sugerencias hechas por los mismos autores son algunas de las formas en que jóvenes han podido orientar sus lecturas o bien acercarlos al interés a acercarse a los libros.

Escritores, vendedores y lectores de libros de la Ciudad de México sostienen, en el marco del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, que las plataformas y formatos digitales han permitido que más personas puedan interesarse por este hábito que ha sido puesto en segundo plano en nuestro país.

De acuerdo con el , del , 45 de cada 100 personas leyeron al menos un libro en los últimos 12 meses y que en promedio dedican 38 minutos en una sesión continua de lectura.

El escritor , autor de Ciudad tomada (Almadía, 2013) y Los que hablan. Fotorrelatos (Almadía, 2016), sostiene que en la actualidad se lee más que nunca gracias a las publicaciones en redes sociales, aunque el problema es la calidad de lo que se lee.

"Los jóvenes, por lo general y por desgracia, son consumidores ávidos de contenidos superficiales, sin más relieve que el que brinda la vida cotidiana", sostiene.

Montiel Figueiras asegura que los autores tienen una mayor responsabilidad en la red, pues no solo deben usarlas para promover su obra sino para contribuir cada vez más a la promoción de la lectura.

El autor de Ciudad tomada hace recomendaciones de libros y autores a través de Twitter y sus contenidos son aptos para públicos de distintas edades. Asegura que tiene un grupo nutrido de lectores jóvenes curiosos que siguen sus recomendaciones.

A estas voces se suma el escritor , autor de Historia Siniestra (Cuadrivio, 2015) y Los Atacantes (Páginas de Espuma, 2015), y asegura que los jóvenes sí se está leyendo más pero que no necesariamente en el sentido tradicional que le dan sus padres.

El autor sostiene que pueden ser que les interesen otros tipos de lecturas de los libros que sus padres habrían esperado que leyeran.

Las redes sociales no solo han impulsado la lectura, sino han formado grupos de lectores que a su vez han creado una comunidad de amantes de los libros, así como de compra y venta de títulos.

El vendedor Jefté Juárez Franco es uno de los jóvenes que se pone en contacto con lectores para ofrecerles títulos. Además es dueño de un espacio donde difunde fragmentos de las obras que posee y lee para que la gente se acerque a las obras.

Sostiene que entre estos lectores hay quienes se acercan a otros jóvenes y vendedores para que les recomienden libros, además que en internet, y sobre todo Facebook, hay muchas páginas de difusión.

Entre estas páginas se encuentran dos: "La alacena de los locos. Libros y abarrotes" y "El rincón de la cháchara". Daniel "Dada" Jackson es uno de los administradores del primer sitio junto a otros compañeros. Allí, además de venta de libros, se comparten cuentos, poesía y "todo lo que pueda enfocar a una disciplina artística" para que sea un pequeño foro.

Asegura que antes de preguntarnos si la lectura está aumentando también hay qué preguntar qué se lee. "Hay una cuestión a nivel social desesperada por leer, eso quiere decir que la lectura no es como ver la televisión o el cine. Lo que sí es que hay mucha gente que quiera leer algo diferente". 

Germán Camacho es uno de los administradores del último espacio mencionado y que cuenta con más de 23 mil miembros. Este grupo, tras los sismos de septiembre de 2017, unió a lectores reuniendo víveres para ayudar a los damnificados.

Este espacio surgió como una iniciativa de subasta de libros a partir de un peso. Ha fomentado la lectura a partir de la adquisición e intercambio de títulos, así como charlas en torno a la literatura.

Destaca que sus seguidores han conseguido libros desde un peso, así como primeras ediciones de Cien años de soledad en más de 13 mil pesos.

Camacho asegura que  vino a romper el esquema de la gente que no leía y "ahora esos jóvenes se volvieron adultos que inculcan la lectura en sus hijos". Si bien en librerías los títulos que aparecen entre los más vendidos están los de Paulo Coelho y Dan Brown, sostiene que habrá quienes prefieran leer al autor de El alquimista y otros a Friedrich Nietzsche, pero "no creo que podamos juzgar una persona por lo que lee". 

Las redes sociales también han servido como escenario para crer iniciativas de fomento a la lectura de clásicos literarios. Este año inició con la iniciativa #Dante2018, con la cual se invitó a los usuarios de Twitter a realizar la lectura de La Divina Comedia, de Dante Alighieri. También se organizaron retos de lecturas por mes, tanto de obras maestras como de libros contemporáneos.

Además, para el 1 de junio se considera iniciar una nueva lectura colectiva. En esta ocasión se trata de leer un capítulo por día de El Quijote, de Miguel de Cervantes.

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