En su cuarta edición, el Festival de la Lengua, Arte y Cultura Otomí (FLACO) inicia actividad a las 11:00 horas del 21 de febrero, Día Internacional de la Lengua Materna, con la lectura en otomí de la obra poética de Oliva Reséndiz González, originaria de Tolimán, y Juan Vázquez Miranda, de San Ildefonso Tultepec, Amealco; el evento inaugural se realizará en el auditorio del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo de Capital Humano (CIIDECH), Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

Del 21 al 26 de febrero será el FLACO, con mesas de diálogo, exposiciones de arte, presentaciones de libros y artesanías. Mañana, a partir de las 17:00 horas, comenzará un ciclo de cine, con  cortometrajes, documentales, y la participación de actores, productores y directores de las producciones.

En el programa  destaca el estreno mundial de Ayer florecía, producción México y España, dirigida por el joven cineasta Yago de Torres Peño, en donde participa la actriz Mayahuel del Monte, ganadora del Ariel; y Macedonia Blas, mujer de origen otomí, originaria de Amealco, quien fue postulada en 2005 al Premio Nobel de la Paz 2005.

El 24 de febrero, en el Centro Cultural Manuel Gómez Morín, continuará el festival con una expo venta artesanal, un ritual ceremonial otomí y la presentación del libro El Popol Wuj para niños en hñähñu, traducción de Raymundo Isidro Alavez.

En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, Roberto Aurelio Núñez López, representante del Colegio Hñäñho para las Ciencias Ambientales y Sociales (ConCiencias) y organizador del FLACO, habló de la necesidad de sensibilizar a la sociedad  sobre la importancia y riqueza las comunidades indígenas.

¿Cuál es el objetivo del Festival de la Lengua, Arte y Cultura Otomí?

—Este festival surge en el seno de rescate y revitalización de la lengua otomí, que inició el doctor Ewald Hekking, en 1981, él comenzó a documentar la lengua   otomí porque antes no había mucho interés en las lenguas indígenas.   Entonces el   objetivo principal del FLACO es visibilizar y dignificar la lengua y la cultura otomí, pero también el   arte, generalmente se piensa que los indígenas son puro folclor o hacen puras artesanías y con este festival pretendemos mostrar que los indígenas hacen arte en toda la extensión de la palabra.

¿A quién va dirigido?

—A toda la sociedad, incluyendo a los mismos indígenas, en el festival habrá la participación de personas de las mismas comunidades. Se supone que somos una sociedad pluricultural, pero el grupo dominante siempre es el grupo mestizo y   todavía hay muchas expresiones de racismo y discriminación, entonces queremos con este festival que toda la gente, de todos los sectores, indígenas o no indígenas, puedan tener acceso a la cultura, la lengua y cosmovisión otomí, porque son nuestras raíces, la   mayoría de los mexicanos tenemos sangre indígena y a veces uno se avergüenza de su pasado.

¿A qué grado se viven los problemas de discriminación?

—Es tan común que los mismos mexicanos a veces no nos damos cuenta y   está tan arraigado a la cotidianeidad  que luego decimos: “saluda, no seas india”. Todas esas expresiones hacen o han hecho que las mamás otomíes ya no enseñen a sus hijos su lengua materna, dicen: “ya no queremos que nuestros hijos sufran lo mismo que nosotros hemos sufrido, porque se burlan de nuestra lengua, de nuestra ropa y nuestra cultura, mejor que aprendan español o inglés”. La discriminación hace que la gente tenga ese sentimiento de inferioridad y vergüenza, cuando debería ser de orgullo.

¿En Querétaro cuál es el número de hablantes?

—En Querétaro hay una población indígena, principalmente otomí, de 23 mil hablantes, según el último censo, la mayoría está en Amealco, en San Idelfonso y Santiago Mexquititlán; pero en el censo de 2010 se registraron 15 mil hablantes y ahora ya son 8 mil hablantes. En cinco años, prácticamente el 50% de la gente dejó de hablar su lengua, claro que son estadísticas oficiales, hay que tomarlas con cierta reserva, pero es un indicador, porque nosotros lo vemos en los trabajos de campo, en las comunidades, y ya los niños que no hablan otomí en las escuelas, los jóvenes, unos lo hablan y otros no.

¿Cómo sensibilizar a los jóvenes y niños sobre la existencia e importancia de nuestras comunidades indígenas?

—Se necesita enseñar en las escuelas que somos descendientes de pueblos originarios de México, y que entre las lenguas indígenas que se hablan, está el otomí. Ahora tenemos un problema a nivel educativo porque están priorizando la lengua del inglés, nosotros estamos insistiendo en que el programa de educación indígena debe ser para todos los mexicanos, para que todos aprendamos una lengua indígena, en lugar del inglés, que sea la lengua que se habla en tu estado o comunidad, porque las lenguas indígenas encierran un cúmulo de saberes.

Google News

TEMAS RELACIONADOS