En el proceso de exhumación de Salvador Dalí a causa de una demanda de paternidad, un personaje ha tomado una posición central. Se trata del especialista en medicina legal Narcís Bardalet (Girona, 1953).
Bardalet embalsamó a Dalí a su muerte en 1989 a petición de la Fundación Gala-Dalí, y por eso fue requerido como uno de los expertos que participó en la apertura de su féretro el 21 de julio.
Narcís Bardalet explica a EL UNIVERSAL las claves científicas del caso.
Es muy posible que sí. El cuerpo estaba embalsamado, y eso siempre es un hándicap, pero se extirparon varias piezas anatómicas del cadáver que deberían de contener material genético.
El ADN es irrefutable: él da o quita la razón. En la medicina moderna se considera que es la prueba más exacta con la que se puede contar, pero todo depende de la juez y de lo que ella considere.
Yo estoy citado a declarar y allí deberé responder a lo que se me pregunte, pero sobre el historial médico de un paciente no puedo hablar si no me lo pide un juez. Sólo lo desvelaría en ese caso.
Me consta que la abogacía del Estado y el defensor de la Fundación Gala-Dalí han pedido que las piezas extraídas sean restituidas y que se arregle el cadáver para que vuelva a quedar completo. Si se aprueba esa petición, la tumba se volverá a abrir.