En la misma funeraria de la calle Sullivan donde trabajó en los años 50 y que, se relata, a los 19 años fue descubierto por un editor de Ja-Já, la tarde de ayer inició la despedida del caricaturista Eduardo del Río, Rius, quien, en palabras de su hija Citlalli, fue el “Padre de la caricatura moderna”.

Antes de las 18 horas llegó el cuerpo del caricaturista, que falleció ayer en Tepoztlán. Rius es velado en la sala diez hasta hoy a las 17:30 horas, cuando su cuerpo sea cremado. Será este jueves cuando se realice un homenaje en el Museo del Estanquillo, a donde se llevarán sus cenizas, a las 15 horas.

En las puertas de la funeraria, Citlalli del Río Flores, junto a su madre, Micaela Flores, y Rafael Barajas, El Fisgón, leyó un breve texto a los medios de comunicación: “El día 8 de agosto de 2017, a la 1:45 de la mañana falleció Eduardo del Río, Rius, a consecuencia del cáncer. Micaela Flores García, su esposa y su hija, sabemos que fue un hombre muy querido, muy amado y muy respetado por millones de mexicanos, y eso que muchos no lo conocieron tan de cerca como nosotras”.

Citlalli recordó a su padre como un hombre íntegro, digno, brillante, y dijo que se mantuvo lúcido hasta el último suspiro. “Nunca hizo una concesión en vida y nos heredó un legado. Por eso, en su velorio, no habrá símbolos religiosos ni se oficiarán misas en su nombre. La capilla está abierta a todo el que quiera despedirse de él. Sabemos que su legado es enorme”.

En la sala, donde la familia pidió no hacer fotos ni videos, se encuentra un autorretrato en colores, hasta arriba del féretro. La hija de Rius lo definió también como “un periodista de referencia, un maestro de multitudes extraordinario, un referente ético y el padre de la caricatura mexicana moderna”.

Arturo Kemchs y Alejandro Magallanes, así como varios alumnos de Rius, fueron algunos de los caricaturistas que hasta el cierre de esta edición llegaron a despedir al caricaturista.

Tras la lectura hecha por Citlalli, El Fisgón recordó que Rius fue uno de los periodistas más importantes de las últimas décadas y un maestro de multitudes. “Él, en buena medida, cambió la forma de hacer periodismo en México desde la década de los 50. Los supermachos es una de las historietas más notables que se publicaron en México, estoy convencido de que en un futuro tendrán que ser conservadas porque se encuentran entre las piezas cumbres de la historieta mexicana”.

Y añadió: “No podemos olvidar que en años recientes él impulsó la iniciativa de ‘No más sangre’, que fue muy importante para la sociedad mexicana en la guerra contra el narcotráfico”.

Por su parte, Aurea Ruiz, del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, recordó que Rius donó 53 libros y una serie de maquetas originales a la institución universitaria. También Henoc de Santiago, director del Museo del Estanquillo, resaltó la generosidad del caricaturista cuando donó mas de 800 trabajos al recinto; y aseguró que el monero y Carlos Monsiváis fueron almas gemelas. “Carlos solía decir que Rius fue uno de los tres entes educativos de México, los otros dos fueron la SEP y Televisa”, dijo.

Al llegar a la funeraria, Arturo Kemchs, caricaturista y colaborador de EL UNIVERSAL, dijo a los medios de comunicación que el creador de Los agachados representó un parteaguas en la historia de la caricatura mexicana. “Se va a hablar de la caricatura mexicana antes de Rius y después de Rius”.

Además indicó que trabajaba dos libros con él, uno que recopila caricaturas internacionales sobre Fidel Castro, que se llamará La historia me absolverá, de próxima publicación; y otro que cuenta con apuntes y una carta del caricaturista que se titulará Un solo dios verdadero.

Al cierre de esta edición, figuras como Paco Ignacio Taibo II, Óscar Chávez, Helioflores y Elena Poniatowska arribaron a la funeraria, en donde se escuchaban boleros.

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