¿Cómo se ve la vida y la muerte desde el piso 85?
¿A qué velocidad se mueve el modelo 85?
¿Cuál es la temperatura de 85 velas de invierno?
¿Cómo es la sed y el hambre del saber en la fila 85?
¿Qué sostiene la eterna vivacidad a los 85?
¿Cuál es su función en la estación 85?
¿El tren 85 partirá al alba o a la media noche?
¿Cuál es la locura del hombre 85?
¿Qué escándalos y alegrías calladas lleva el preso número 85?
¿El 85 es un peso o una liberación o las tres cosas?
Si los sabios callan y los que hablan poco saben, ¿qué sabe y qué dice el escribidor a los 85?
¿Se vive asqueado o gozoso de 85 largos y cortos años?
¿Cómo es la res pública 85-2019?
¿Punto de fuga 85?
¿Qué hay escrito en la lápida 85?
¿Ola tras ola hay juicio final 85?
¿85 huesos en el saco?
¿Qué desiertos cruzan 85 camellos?
¿Cómo ruedan los días bajo el sol y la luna del año 85?
¿Cómo se disuelven en su tinta 85 letras?
¿Mejor morir o vivir a los 85?
¿Carga el desdichado 85 el oscuro sol de la melancolía?
¿Qué se mira tras la ventana del edificio 85?
¿Son rápidos los rápidos del río 85?
¿Qué sigue tras la mañana 85 del fin del mundo 85?
¿Cabe la plenitud 85, el vacío lleno, la plenitud vacía?
¿Qué verdad sabe y calla o busca y no encuentra el señor 85 máscaras y ninguna?
¿Qué aguas navega de alma en alma la barca blanca 85?
Leo a Zaid en su enero 85: Quince poetas y uno, Mil palabras y una.
Y pienso en Zaid.
Siento a Zaid.
Soy Zaid.
Zaid.
Z.
--Otro espíritu excepcional, un temple raro y una actitud prodigiosa.
¿Despertar o seguir veloz en el auto flotando al filo del abismo?
Reflexiones 2019
¡Pelas 2018!
Otro año más puesto a secar en la metamorfosis del tiempo.
¿Qué quedará, si algo queda, de ese cuero seco retorcido?
El triunfo y la derrota de unas elecciones, el dolor y la euforia, la rabia y la pena, la incertidumbre y el vaivén de la vida.
Se abre el 2019, vela llena de luz y sombras en plena Edad Luz, un año más, un año menos.
Año huichacolero y zapatista. Huichacolear: adulterar, robar.
¿Se apropia el político presidente historiador de los nombres de bronce de la patria, dice con no poca razón el historiador crítico acosador?
¡Ojalá se apropie de sus virtudes y no de sus errores y defectos!
Pero en la vida todo va junto y revuelto y el error es parte de la verdad.
El ser humano no es puro, todos estamos manchados, no por el pecado original, sino por el trabajo de hacer.
¿Mejor sería no hacer nada, el no hacer que es otro hacer y que don Juan enseñaba a Carlitos Castaneda?
Somos hombres y mujeres y estamos condenados a hacer cosas y generar el extraño poder que escapa de las cosas y nos devora a todos.
¿Los de abajo somos mejores que los de arriba? Lo dudo.
¿Los de arriba nos dan el mejor ejemplo a los de abajo? No lo he visto.
Arriba y abajo son parte de la rueda y se rotan en el camino.
Los supermachos se alimentan de los agachados y los agachados no levantan el vuelo.
Sin afectos vivimos encerrados en el yo y perdidos en el espacio llamado Tierra y los otros.
La indiferencia y la lucha encarnizada de las libertades se han tragado la fraternidad y la solidaridad.
La Edad de Luz es la edad del primero yo, luego yo y siempre yo, ahora y aquí y nunca más, por los siglos de los siglos, amén.
Hay que aprender a tragar silencio en comunión.
Estar con el mundo en la orilla del mundo.
--Y caminar de nuevo, multisolo en tu soledumbre, por calles y plazas y memorias desmoronadas…
--¡Ah, estar vivo, en 1930 como en 2019 y en 2053, desgranar la granada de esta hora y comerla grano a grano!
El hembro y la hombra dan sorpresas y el mundo sigue siendo un misterio.
La tradición de la ruptura y el motor de las contradicciones son parte del camino quebrado de la vida.
--Lo nuevo y lo viejo, la modernidad y la tradición, el ayer y el mañana sentados en la misma mesa, dialogando y discutiendo.
--Trascender es edificar algo distinto usando lo que existe.
¿Podrá el político y el artista hacer que los críticos se traguen sus palabras?
La crítica es lo contrario de la peste emocional, es luz creativa, no agua envenenada.
La crítica es saludable frente a los males del poder.
No la peste emocional que envenena todo.
