Más de uno hemos hecho corajes cada que pasamos los filtros de seguridad de los aeropuertos cuando nos dicen que nuestro bloqueador solar no pasa por ser de mayor tamaño que una botellita de 100 mililitros, de igual manera la pasta dental, cualquier tipo de crema e incluso “el mole”, cuando se trata de vuelos nacionales sin documentar maleta. La mayoría entendemos que muchas de las reglas son bastante comprensibles, como viajar sin materiales explosivos, armas, cuchillos, bombas, cerillos, navajas, martillos o algunas otras herramientas, pero cuando se trata de llevar agua para hidratarnos en nuestro camino, nos parece bastante extraño e incluso absurdo, pero sobre todo molesto, pues no entendemos el daño que podríamos ocasionar con el vital líquido, gel para el cabello o un desodorante de aerosol. Pero, de dónde salió esa dichosa regla de sólo poder transportar botellitas de 100 mililitros de líquido en las aeronaves, quién  la inventó, o de dónde surgió. Esa disposición que tanto nos hace sufrir apareció luego del atentado contra las Torres Gemelas, el 11 de septiembre del 2001, en Nueva York, cuando la seguridad en los aeropuertos empezó a volverse más estricta y luego de eso, las autoridades lograron detener otro atentado terrorista de escala importante en el 2006 que tenía en su plan detonar bombas, por lo menos, en 10 vuelos, conocido como “el complot de los líquidos”. Dichos artefactos estaban elaborados con bebidas convencionales mezcladas con polvo de sabor, para no levantar sospechas.

Luego de 22 años de que se implementó la afamada norma de los 100 mililitros, recientemente Reino Unido anunció que eliminará esa restricción que tanto enoja a los pasajeros, la razón es simple, ahora existe más tecnología para facilitar el trabajo en los controles de seguridad. La nueva disposición se aplicará a partir del 2024  con la instalación de escáneres con rayos X en 3D de alta tecnología que permiten lograr una imagen más clara y detallada del contenido de la maleta, antes solo se lograba un 2D.

Oficialmente no se ha anunciado este cambio; sin embargo, aeropuertos de España, Estados Unidos, Países Bajos y Finlandia están probando el sistema automático de detección de explosivos en el equipaje de mano, además de otras tecnologías como las de reconocimiento facial, por lo que cada vez estamos más cerca de que se eliminen algunas reglas, eso sí, sin duda estamos cada vez más vigilados.

La gran noticia que dio AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) es un respiro, pues la experiencia se hacía menos agradable debido al endurecimiento de las normativas que no han sido nada cómodas, tan sólo pensar en cruzar los filtros de seguridad predispone un estrés no requerido en el viaje: la exhibición de las pertenencias en las bandejas sobre la cinta del escáner, el olvido de objetos, largas filas e incluso pérdida de vuelos, eso sin mencionar la tensión entre los pasajeros y el personal de control al dejar que sus productos terminen en el contenedor de la basura. Para mí, la revisión con rayos X y 3D en los aeropuertos sería de mucha ayuda para agilizar el tránsito y, desde luego, contribuir a que sea una mejor experiencia. Ahora esperemos que se implemente en todo el mundo, pues de nada va a servir si en un aeropuerto te dejan pasar los filtros con los líquidos y en otro no.

*Periodista y conductora
Premio Internacional de 
Periodismo Turístico 2022 
Otorgado por la OMPT

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