Seguro que usted ya percibió en el establecimiento más cercano a su encierro obligado, la otra epidemia, la que enfermará sus bolsillos, con el incremento notable de precios y el desabasto creciente de artículos diversos.

La pregunta no espera. ¿Quiénes son los responsables de esta conducta poco solidaria en momentos de emergencia sanitaria y económica? La Profeco, ya va contra cadenas de supermercados, en busca de poner un alto a estas prácticas lesivas al consumidor. Pero el problema es mucho mayor, más complejo.

De acuerdo con estudiosos en la industria del consumo, en naciones que han rebasado ya la cúspide más delicada del coronavirus, el 94% de las empresas experimentaron una interrupción súbita en sus cadenas de suministros para llegar al cliente final. Y hablamos de producción distribución, materias primas, transporte y entrega al consumidor.

México estará entonces frente a dos grandes retos: ¿cómo asegurar la salud y bienestar de sus habitantes? y ¿cómo mantener sus negocios en marcha? cuando comienza a vivirse en diversas ciudades del país, la más grave disrupción en las cadenas de suministros de alimentos y medicinas, principalmente.

Le acerco tres datos: hay aumentos en el consumo de granos y sopas entre un 500 y 600%; en artículos de higiene personal en un 153% y de limpieza en un 112%. Y restan por lo menos, 40 días más de aislamiento preventivo, y a mayor permanencia de familias en casa, mayor consumo de todo.

¿Qué podrán hacer franquicias y negocios en los giros de alimentos y salud? ¿Qué retos deberán enfrentar para no terminar como los “malos” de esta contingencia?

Los expertos en consumo fijan el accionar en tres momentos: el ahora, con la toma de decisiones diarias, más cuando todos los días hay afectaciones; lo que se aproxima, y con ello, saber la mejor condición o actuación para cada marca; y el más allá, qué hacer, hacia qué dirección moverse, una vez superado lo más cruento del Covid-19.

Para mitigar riesgos, las empresas deberán prepararse para todos los escenarios posibles. Irán desde cancelación de acuerdos, paros de producción al no haber suministro suficiente, limitación de inventarios, pérdidas de ventas, desempleo creciente.

Bajo este magro escenario comercial, ¿qué medidas tomar detrás del mostrador?

Acelerar las compras en línea.

Evitar al consumidor entregas prolongadas; favorecer en la medida de lo posible procesos de abasto inmediato 
Impulsar la venta de alimento prefabricado para cocinarlo en casa. (el consumidor tiene miedo ya a gastar el dinero que guarda).

Un sistema de atención telefónica y en línea, con nuevos protocolos de lenguaje para responder a preguntas frecuentes de un cliente por demás sensible por la actual situación.

Medidas de protección que garanticen una estancia segura sobre todo a consumidores vulnerables, privilegiando horarios de atención preferente a la llamada población en riesgo.

Analizar campañas de marketing más agresivas para favorecer la compra del consumidor, bajo el entendimiento que su rutina diaria ha cambiado bajo el régimen de cuarentena, es decir, se desayuna, come y cena más tarde.

Sin duda, luego de este episodio, habrán marcas ganadoras y otras perdedoras. Y ojalá, entiendan que no será por el tema exclusivo de precios, sino porque comprendieron con acciones diversas, que a partir del coronavirus, existe una nueva forma de pensar del consumidor y, además, que vendrán otros momentos disruptivos que meterán presión a la cadena de suministro.

incentivaempresasmx@gmail.com

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