Por si fuera poco, en la mejor temporada para el turismo, llega el sargazo al Caribe mexicano, y casi me atrevería a decir que afecta de igual manera que lo ocurrido con la contingencia por Covid-19, es sin duda una pandemia paralela. “Nos ahogamos en sargazo”, fue la expresión de ambientalistas al proclamar ayuda.

Tal es la desesperación del sector que en Isla Cozumel crearon el “Sargazotón”, un incentivo que ofrece el ramo hotelero y restaurantero a turistas y lugareños por recolectar sargazo a cambio de cervezas, refrescos y comida.

¿Cómo afecta esto a la recuperación del turismo en México? Sólo basta con echarle una mirada  a los registros de 2018, cuando el sargazo significó una pesadilla en la temporada alta de verano, pues alcanzó niveles inesperados. Con cifras en mano, según datos de la Universidad del Sur de Florida y la NASA, el sargazo comenzó a ser una preocupación desde marzo, cuando el arribo del mismo pasó de un estimado de 4.6 millones de toneladas en la región del Caribe y del Golfo de México a más de 10 millones de toneladas. Para abril se estimó en 10.6 millones de toneladas, sólo superado por el máximo histórico registrado en abril de 2018, de 12.6 millones de toneladas. Lamentablemente para la industria, poco se puede hacer, es como plantearse de qué manera combatir un huracán.

La acumulación está afectando especialmente a Playa del Carmen, Tulum y Puerto Morelos. En el caso de Cancún, Cozumel e Isla Mujeres es menor, aunque no menos grave. Grupos ambientalistas y turísticos se han manifestado pidiendo apoyo para contener la llegada, pues los pronósticos no son nada alentadores, este 2021 los volúmenes podrían ser mayores que en 2018 y 2019, por lo que de no atenderse, el medio ambiente, la economía local y la salud de los habitantes corren grave peligro.

Desde luego que también afecta de manera significativa a la actividad económica, por lo que organizaciones empresariales y sociales emitieron el pasado martes una alerta, solicitando que se intensifique la recolección del desecho marino. A esto hay que sumarle el semáforo rojo por la pandemia de coronavirus con el que cuenta el estado, y que representa en términos económicos un desplome de cinco mil 810 millones de pesos, según las estimaciones de la Secretaría de Desarrollo Económico, eso sin contar las afectaciones monetarias a causa de la presencia del alga marina en las playas.

Para quienes vayan por estos días a  algún destino de Quintana Roo, la dinámica del “Sargazotón” es sencilla, el premio depende del número de bolsas que quieras recolectar: dos bolsas son equivalentes a una botella de agua; tres, un refresco; cuatro, una cerveza; diez, un ceviche de pescado o una orden de papas fritas; doce bolsas, nachos de res, pollo o una hamburguesa; quince, nachos, ceviche de pescado o hamburguesa con dos refrescos, por último, 20 bolsas, un ceviche mixto, papas fritas y un six de cerveza. Además te facilitan la chamba, te entregan bolsas, cubrebocas, guantes, palas, rastrillos y todo lo que se necesite para que puedas trabajar un rato. Sin emgargo, puedo apostar que algunos lo harían sin incentivo.

Y díganme: ¿Quién no ha disfrutado de las hermosas playas de nuestro México alguna vez en la vida? Aportemos nuestro granito de arena.

*Periodista y conductora
Premio Nacional de Locución otorgado por la ANLM
Twitter @NatividadSanche
Facebook.com/NatividadSánchezB

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