En la actualidad la violencia contra las mujeres ha implicado cifras históricas de abusos y vejaciones; tan solo en  mayo de este año, se reportaron 272 víctimas, con lo que se superó los 271 eventos ocurridos en agosto de 2021, de acuerdo con el último reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Dado que existen diferentes maneras de ejercer violencia en contra de las mujeres, una modalidad actual, que es aún poco conocida en nuestro país, es la denominada: violencia vicaria.

Incluso, está estipulada en el mundo, como uno de los más graves tipos que hay de violencia de género hacia las mujeres, ya que normalmente la ejercen los hombres.

Dicha violencia tuvo sus orígenes en España, en donde se concluyó que en sociedades que son culturalmente machistas y patriarcales, existe una forma de violencia de género que en muchas ocasiones llega a ser invisible, puesto que bajo instrumentos psicológicos a través de los hijos se realiza coacción en contra de la madre.

Pero ¿qué sucede en nuestro país?

En la actualidad sólo tres estados de la República: Zacatecas, Estado de México y Yucatán,  han apostado por visibilizar la violencia vicaria, como un tipo de violencia de género, legislar en la materia y buscar sancionarla.

La CNDH señala que en México existen registrados al menos 150 casos de violencia vicaria; sin embargo, la falta de existencia en las leyes y la falta de aplicación de protocolos de violencia, ha impedido llevar a cabo las diligencias, por lo que la Comisión señala la enorme urgencia de implementar en los tres órdenes de gobierno mecanismos que la erradiquen.

Uno de los casos más discutidos, es el de Luz Arredondo, originaria de Puebla, quien no solo sufrió de violencia de género por parte de su exesposo, sino que comenzó a tener comportamientos violentos, comentarios mordaces hacia su hijo, e incluso, llegó a sustraer al menor, cortando todo tipo de comunicación con la madre. Sin embargo, dichos actos no han sido tipificados como violencia vicaria en Puebla, por lo que al momento se sigue el juicio en la vía familiar.

Por ello la importancia de que todos los Congresos en los estados atiendan el llamado que hace la Comisión de Derechos Humanos y actualicemos nuestros códigos penales a la lamentable, pero nueva realidad social.

Trabajar primero, reconociendo este tipo de violencia, imponer sanciones y reformar las leyes que tienen que ver con el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia.

Aquí, ya pusimos manos a la obra.

@Pospital

Google News