Considero a Plutarco (griego) como el primer biógrafo que registra la historiografía. En una colección biográfica escrita entre finales del siglo I y principios del siglo II, extensa obra con el título de la presente saga se desprende el objetivo de Plutarco al extraer, en cada caso, el carácter moral del personaje, antes que la narración de los acontecimientos políticos de la época; de ahí el tratamiento exhaustivo sobre la educación y natural disposición de las personas sobre las cuales escribió. “Por orden de aparición” he militado por razones disímiles, en el PRI, PAN y fundé Convergencia, lo cual me permitió conocer “el carácter moral”, educación, honestidad o su opuesto, patrimonio y orígenes de algunos gobernantes y escatológicos de la política en Querétaro y nacional. Esto que leéis, no es biográfico pues mi vida no le interesa a nadie; sólo yo pongo énfasis en mis motivaciones, actos y resultados de ella y no le rindo cuentas a nadie y mucho menos pretendo ser colocado en el cajón de las cosas inservibles de la Historia; empero estas experiencias partidistas, me permitieron conocer como lo escribió Somerset Maugham: “La servidumbre humana” de quienes me he topado y su común denominador. Soy un fiel creyente de la política, como el instrumento que las sociedades han creado para expresar sus ideas, para dirimir sus controversias, para definir su destino; sin embargo, mis experiencias partidistas me enseñaron lo peor que habita en cada ser humano: La soberbia, insidia, traición, venganza, la falta de dignidad ante “los poderosos”, su servilismo y hasta la falta de cultura de la mayoría.

Lejos estoy de la amargura, pues desde joven, las experiencias en diversos partidos políticos, afianzaron en mí todos las bases morales, principios éticos y educación que recibí en el hogar, la cultura la he adquirido por mí mismo; es decir, mi vida partidista me mostró como valiosas lecciones, lo que no se debe de hacer. Obvio, no soy un santo y lejos de parecerme a La Madre Teresa; he cometido innumerables errores; caído en circunstancias deplorables, pero he aprendido a superar cada obstáculo y la nefasta envidia que jamás ha hecho mella en mi alma y corazón. No doy a conocer nada nuevo, pues casi todo Querétaro lo sabe (no, los jóvenes) pero lo callan, por eso, como lo subí en las redes sociales de mi despacho de abogados: “No sé cómo terminará mi historia, pero en sus páginas nunca leerás: Me di por vencido”. (Continuará)

Especialista en Derecho del Trabajo, 
Certificado por el Notariado de la Unión Europea. 
lopezaso@outlook.com

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