El sábado tuve la oportunidad de platicar con dueños de diferentes papelerías de Querétaro quienes me comentaron lo difícil que la han pasado y no durante la pandemia, sino por el tema de útiles escolares, esto porque anteriormente existía el programa de “Soluciones Útiles”, el cual generó una sinergia entre el gobierno del estado, proveedores y papelerías. Donde a través de vales, padres de familia podían ir a las papelerías para poder canjearlos por un kit de útiles completo para estudiantes de preescolar, primaria y secundaria.

En aquel entonces el gobernador de Querétaro, José Calzada Rovirosa, detalló que dichos vales representaban una inversión de 60 millones de pesos reflejado en 390 mil 708 alumnos de los niveles ya mencionados incluidos los bachilleres del estado de  Querétaro.

En total se entregaban 237 mil 394  vales y 133 mil 314 paquetes escolares. Los vales reflejan apoyos desde cien pesos hasta los 200 pesos. En 2013 se presupuestó 45 millones y en 2014  el presupuesto fue de 49 millones.

Únicamente durante estos tres programas hubo una inversión de 150 millones de pesos para el apoyo económico de familias queretanas y papelerías que aseguraban un ingreso por este programa. Finalmente, para 2014 se invirtió 50 millones de pesos más para que los alumnos pudieran canjear en maá de mil 200  papelerías los vales y recoger sus paquetes escolares. Doscientos millones era el monto final que se destinó en “Soluciones Útiles”.

Actualmente dicho programa tuvo una evolución en el cual el gobierno del estado entrega directamente los paquetes escolares, dejando a un lado a los papeleros de Querétaro. Quienes presentaban una derrama local muy importante en sus colonias y zonas cercanas.

Es momento de que remplateemos el poder utilizar prácticas efectivas que permitían un apoyo a todos, tanto a padres de familia como a los papeleros.

En ese entonces se mencionaba que era importante generar sinergia entre los 4 rubros.

En Querétaro no tenemos más historias que contar, no podemos compararnos con otros estados; nos tenemos que comparar con nosotros mismos, somos nuestra propia vara con la que nos debemos medir.

Los números existen, están al público y el termómetro ciudadano es sin duda un reflejo de que es lo que la gente tenía, quiere y tiene actualmente. Sectores como los papeleros, que además son trabajos de años e incluso de generaciones, debemos apoyarlos y estar con ellos.

Hay que ser sensibles a la realidad y buscar soluciones útiles con acciones afirmativas para todos.

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