Sin duda uno de los temas que ha causado mayor atención y opiniones de todo tipo en la última semana es lo relacionado al conflicto entre Rusia y Ucrania, y no es para menos, es uno de los acontecimientos que marcarán el rumbo de muchos de los sectores mundiales en los próximos años, desde lo económico, comercial, geopolítico hasta el desarrollo tecnológico.

Por lo anterior me parece relevante que en este espacio de opinión generemos algunas reflexiones sobre las implicaciones tecnológicas que vienen acompañando este conflicto.

En primer lugar y a manera de contexto debemos tener en cuenta que las operaciones militares de la última semana vienen precedidas de una ciberguerra que lleva varios meses activa entre Rusia y Ucrania.

Es una realidad que en el mundo digital se libran batallas silenciosas, batallas sin disparos, misiles o tanques de guerra, pero que pueden afectar los sistemas y centros de datos de los países y ser capaces de dejar sin calefacción a miles de personas, como sucedió ya en Ucrania en 2015 o de eliminar datos oficiales y colapsar los sistemas informáticos de las empresas, como se vio en 2017 con el virus informático NotPetya que también fue lanzado  originalmente en Ucrania antes de extenderse por todo el mundo.

Lo que hoy estamos viendo es un claro ejemplo de como la tecnología toma un papel fundamental en todos los sectores, esta podría denominarse como la primer guerra híbrida, por ser una guerra que se está librando con dos tipos de combates, el tradicional sobre el terreno y el digital que se está dando en las redes.

Por el lado de la “ciberguerra” además de los ataques cibernéticos y de hackeo, hay una fuerte movilización en plataformas como telegram, donde miles de personas se organizan para posicionar sus temas y atacar publicaciones contrarias a las suyas, son campañas masivas de desinformación que ocupan ambos bandos.

En este mismo sentido las grandes empresas tecnológicas han entrado a la batalla en diversos niveles, plataformas de social media, servicios de streaming y demás servicios web se han sumado a las sanciones que desde diversos sectores se han impuesto a la nación rusa con el objetivo de poner fin a este conflicto.

Empresas como Facebook o Apple han tomado distintas medidas para mostrar su rechazo ante la ocupación militar de Rusia en Ucrania, limitando las publicaciones de medios oficiales rusos, así como deteniendo sus opciones de monetización, otro ejemplo es Google que anunció la eliminación de las app Russia Today (RT) y Sputnik de su tienda de aplicaciones.

Plataformas como Netflix han optado por desaparecer los títulos nacionales rusos, otras, como Microsoft, colaboran con el gobierno de Ucrania y la OTAN para hacer frente a los ciberataques, mientras que algunos desarrolladores de chips como TSMC, Intel y AMD han frenado sus envíos a ese país.

Es claro que esta situación debe servir como una fuerte llamada de atención para los gobiernos y las empresas de la importancia de invertir y desarrollar talento enfocado a la ciberseguridad, las guerras han cambiado el campo de batalla al terreno de lo digital.

Google News