No hay nada mejor que anticiparse a la salida del sol, permanecer algunos minutos expectante ante el inicio de un nuevo día, con un café o bebida caliente que permita analizar, planear o ambos, el día que esta naciendo.

Este domingo que reseño es un poco diferente, lo he iniciado con bastante expectativa, con una breve resequedad de pensamientos que se desvanecieron tan pronto me activé en modo “fiesta de la democracia” y dispuse la organización de mis actividades dominicales.

Cuando todo terminó y mi pulgar asomaba esa sombra color oscuro característico del ejercicio democrático del voto, muchas cosas llegaron de repente a mi mente cuando mi hijo Diego, quien ejerció su derecho por segunda ocasión -ya le habían tocado las elecciones del 2018 cuando recién había cumplido su mayoría de edad y estrenaba su credencial de elector-, lanzó una pregunta respecto de la forma en que se llevan a cabo las elecciones en nuestro país; ¿por qué no se automatiza más el proceso?, podría manejarse más digitalmente. Y pues me dejé ir.

Aproveché para recalcar la importancia de votar, de todo lo que se ha avanzado en el desarrollo de los comicios, en la afinación y ajuste paulatino de toda esa maquinaria que ha llevado décadas en nuestro país erigir primero, afinar posteriormente y tratar de consolidar a pesar de algunos embates y cuestionamientos recientes; el contar con un padrón electoral veraz y confiable, con procesos de selección y capacitación electoral, con la generación de confianza que ha permitido constituir una verdadera autoridad electoral y moral sobre todo, para conducir, en conjunto con miles de ciudadanos, los procesos electorales.

Las instituciones, sea cual sea el tipo, no se erigen de la noche a la mañana, se construyen día con día, a partir de resultados y de mucho, pero mucho esfuerzo. Contar hoy con instituciones y más aún con ciudadanos dispuestos a “velar” por la democracia a través de una gran variedad de maneras es el mejor de los ejemplos de la madurez que la democracia ha alcanzado en nuestro país.

Entender que habrá vencedores y vencidos, como en cualquier contienda, es entender que la diferencia de pensamientos y la disparidad de criterios es algo normal en las sociedades modernas, en las que la autoridad electoral, y enfatizo, apoyada por miles de connacionales, vigila procesos y garantiza resultados.

Este martes #DesdeCabina, he querido recordar someramente todo lo que se ha logrado en el país, todo lo que miles de ciudadanos y varias generaciones de mexicanos han construido a lo largo de varias décadas, para poder afirmar con certeza que los mexicanos, todos aquellos que contamos con una “credencial de elector” hemos decidido, actuando y no quejándonos solamente, el destino de nuestro estado y más aún el de nuestro país entero.

Agradezco a las instituciones, a los funcionarios electorales, a los representantes de casilla, a los voluntarios, a todos los que con su esfuerzo, compromiso y patriotismo han hecho, que hoy vislumbremos un futuro de mucho trabajo y acuerdos por venir, todos ya necesitábamos esa claridad tan esperada que trae consigo la democracia.

@Jorge_GVR

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