Y todavía me siguen preguntando si les recomiendo o no posponer su viaje, que no entienden que debemos estar en casa, que las fronteras están cerradas, que no se puede salir, no hagan esas preguntas si ya saben la respuesta, es como cuando un adolescente le pregunta a su papá si puede llegar hasta el amanecer perdido en el alcohol, ¡por supuesto que no!, simple y burdamente buscamos a alguien que nos diga lo que queremos escuchar, “vete, disfruta, no pasa nada”, un incentivo que nos confirme que podemos ir, sentirnos seguros y de regreso poder señalar al que nos aconsejó que nos fuéramos, cada quien es responsable de sus propios actos, no quieran encontrar un culpable del retraso de su viaje, de que no los dejaron pasar en la garita, de que se quedaron varados, de que la embajada no les hace caso, o por qué están sin dinero, pasando frío y hambre en el aeropuerto desolados sin poder regresar. Aclaro que sólo lo digo por uno que otro que aún sabiendo la situación, quiere continuar con sus planes vacacionales. Es por eso que hoy pensé en hacer un viaje, sí, pero a “las pandemias” a ver si así se les quitan un poquito las ganas.

En este escenario no hay responsables, los virus y bacterias han sido parte de nuestra historia desde tiempos ancestrales, y como versa la frase coloquial, ha sucedido “aquí y en China”, el coronavirus no es la única pandemia de este siglo, existen otras cinco amenazas víricas recientes. Al término de enero, el Comité de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud declaró la situación del Covid-19 como un tema de salud pública de importancia internacional, dicho llamado sólo ha sido declarado en cinco ocasiones: con la gripe H1N1, con los brotes de ébola, por la polio en 2014,  y en 2016 por el virus del zika. Hasta la fecha, las cinco pandemias más letales han sido: la viruela, el sarampión, la mal llamada “gripe española”, la peste negra, y el VIH.

Así iniciamos nuestro recorrido, “la peste negra o peste bubónica” ha sido una de las más devastadoras en la historia, afectando en el siglo XIV a toda Europa, al matar a más de un tercio de la población. Se calcula que cerca de 25 millones de personas murieron sólo en ese continente, junto a otros 40 a 60 millones en África y Asia.  “La viruela” no se sabe con exactitud dónde apareció, pudo haber sido en la India o Egipto, la enfermedad se expandió por Asia, África y Europa, debido a las rutas del comercio. Se cree que causó la muerte de 60 millones de personas en Europa, en el siglo XVIII,  y en el siglo XX, acabó con cerca de 300 millones de personas en todo el mundo. Después surge el sarampión en Boston, Massachusetts (Estados Unidos). A partir del año 1912 se consideró enfermedad de declaración obligatoria. El número de contagiados cada año era de entre 3 y 4 millones, de los que se estima 48 mil requerían hospitalización. De Estados Unidos volamos hasta España para aclarar que la llamada “gripe española” no surgió en ese país, pero fue llamada así debido a que fue el único sitio que hizo eco del problema y provocó que la epidemia se conociera de esa forma. Algunos investigadores afirman que empezó en Francia en 1916, otro punto señalado es China en 1917, mientras que otros afirman que los primeros casos fueron en la base militar de Fort Riley EU. A pesar de no ser el epicentro, España fue uno de los más afectados con 8 millones de personas infectadas y 300.000 personas fallecidas.

Sin duda, este viaje por las pandemias ha quedado corto, falta mencionar el origen de muchos virus y bacterias más. Esperaríamos que no, pero seguramente no es la última pandemia que vivamos, así que lo único que nos queda es reflexionar al respecto y aprender, hacer los cambios que se requieran para continuar.

No me gustan este tipo de viajes, pero como diría el buen Napoleón Bonaparte “Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla”.

*Periodista y conductora

Premio Nacional de Locución otorgado por la ANLM

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