¿Podemos sacar alguna conclusión al cumplirse el primer mes de gobierno de Francisco Domínguez y de Marcos Aguilar? ¿Y el primero de los diputados y alcaldes?

Los tiempos políticos suelen medirse de manera diferente al tiempo, por decirle de alguna manera, normal. ¿Un mes puede ser parámetro para medir el actuar de un nuevo gobierno? ¿Hay una diferencia sustancial con el anterior?

De la euforia de la promesa electoral y los planes en el viento previos a la toma de protesta se ha pasado a la dura realidad de gobernar. El caso más desafortunado es el de los diputados, que empezaron su periodo con el ya mencionado escándalo del aumento de salario y su posterior arrepentimiento.

Tras ese escándalo, la Legislatura ha entrado en un impasse, en una especie de congelamiento político donde ningún actor alcanza a sobresalir.

Pero recordemos que sobre la Legis-latura pesan pendientes que la harán salir de su letargo. El primero es la discusión del presupuesto, donde la mayoría panista tiene todo a su favor para distribuir los dineros públicos entre las distintas instancias de gobierno.

Otro punto que hasta el momento no se ha vuelto agenda, pero que con el transcurso de los meses empezará a tomar relevancia es la designación de los dos nuevos comisionados de la Comisión Estatal de Información Gubernamental (CEIG).

En este congreso con mayoría panista recaerá la decisión de nombrar a los integrantes del renovado órgano garante de transparencia en el estado.

Por cierto, en el círculo rojo, que por la mayoría panista ahora quizá debería denominarse círculo azul, ya trascendieron las intenciones de Alejandro Cano, ex diputado panista, de aspirar a ocupar uno de los espacios que se abren en la CEIG. Ya sus sucesores determinarán si nombran al actual presidente municipal del PAN como comisionado y asumen todo el costo político que esto conlleva.

En la pista municipal, el primer mes no ha sido miel sobre hojuelas para el alcalde Marcos Aguilar. Ha estado marcado más por yerros en materia de comunicación que lo han llevado a decir dislates como que su camioneta blindada es un gusto particular.

Otro error del gobierno de Marcos Aguilar ha sido su desencuentro con el gobierno estatal en materia de seguridad. ¿Existe o no el crimen organizado en Querétaro? Para el gobierno del estado sí, para el municipal, no.

Aunque ya presentó su plan maestro a nivel de comunicación política, parece que el gobierno de Marcos Aguilar aún no termina por cuajar.

En el plano estatal, donde más expectativas se levantaron, pareciera que el gobierno aún no termina de planear. Tras un inicio ríspido por el nombramiento del gabinete y la renuncia de Raúl Iturralde al puesto de coordinador de asesores, el gobierno de Domínguez aún no da color.

Arrancó con entusiasmo cuando pidió a su gabinete que presentara su declaración patrimonial y su no conflicto de intereses, un tema toral en la anterior campaña, pero ha dejado en incertidumbre otro tema principal que prometió: el transporte público.

Aunque antes de tomar posesión Domínguez sentenció la muerte de RedQ, sólo lo eliminó de nombre; sobrepuso a los logotipos una frase de que se trabaja en un nuevo proyecto.

Se entiende que hay proyectos que llevan tiempo, pero no se puede prometer desaparecer una cosa sin tener la nueva propuesta lista.

Terminó el primer mes de gobierno, y si lo tomamos como cabañuelas, todo indica que este primer año será de aprendizaje, ensayo y error.

Periodista y sociólogo

@viloja

http://victorlopezjaramillo.com/

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