Degradante la conmemoración del 103 aniversario de la promulgación de la Constitución Política de 1917. El Presidente de la República, hablando de “mapaches electorales” en la trascendente ceremonia. No cabe duda que a López Obrador, adolece de cultura, carece de lenguaje apropiado para cada evento. Después de 5 intervenciones de panistas y morenistas, quedó clara la diferencia de elocuencia en referencia a la historia que le dio vida a nuestro marco constitucional. El primero en abrir los discursos fue el gobernador anfitrión, quien no vaciló en recordarle al Presidente, que los Estados que conforman la República Mexicana, son libres y soberanos; que nadie llega al poder para quedarse; el sistema de gobierno es circulatorio, nadie gobierna para siempre; nada más efímera que las mayorías electorales; vivimos en un país de leyes, debe abandonarse la discordia; los gobiernos deben ser de consenso; debe impedirse la concentración de poder y garantizar la libertad. Por supuesto que el discurso fue con dedicatoria para Andrés Manuel López, quien raya en el ejercicio abusivo de poder. El Presidente de la Corte, para demostrar su alineación a la política de la 4T, refirió a la limpia que lleva a cabo para erradicar la corrupción, advirtiendo que hay cuentas pendientes en la consolidación del Estado de Derecho y la justicia; que la justicia debe llegar a los más vulnerables, para poder servir a todos. La secretaria de Gobernación encabezó el discurso de la 4T, refiriose a la cultura de la legalidad —¿cuál?— y al Estado de Derecho; sintetizó las reformas promovidas por el gobierno lopista, a las que posteriormente referiría el mismo Presidente.

La presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Angélica Rojas, repitió hasta por 4 ocasiones, la frase: “la Constitución, letra muerta” si no se cumple; advirtió que en democracia no podemos dar un paso atrás, por aquello de la insinuación de perpetuar a López Obrador, en el poder; también dejó en claro que los mexicanos queremos seguir siendo una República para todos, trabajar en unidad, más allá de los colores. Otro discurso con nombre y apellido: Andrés Manuel López. En el orden del día continuaría la presidenta del Senado de la República, Mónica Fernández Balboa, quien, para colmo, al referirse al gobernador Francisco Domínguez, lo hizo gobernante del estado de Guanajuato. Nada digno que resaltar de su intervención, después del gazapo.

El último de la lista, el Presidente de la República no podía dejar a un lado su acostumbrado lenguaje coloquial e improvisación. Discurso deslucido al pretender dar cátedra de historia de Derecho Constitucional, de las batallas libradas para llegar a nuestros días; nuevamente, lo único que demuestra el Presidente, que él tiene otros datos, crea sus propias historias; en su conferencia mañanera refirió que promoverá otra reforma a la Constitución, para acabar con los puentes en las escuelas y enseñar la historia de las conmemoraciones ¡Las distorsionará! Hizo referencia a las reformas promovidas por la 4T. Entre ellas, la “maravilla” de crear la Guardia Nacional, para enfrentar a la delincuencia, antes no podía intervenir el Ejército ni la Marina; que ahora va a haber más protección a los ciudadanos ¿Cuál? A 14 meses de su gobierno, la delincuencia se disparó escandalosamente. El pueblo manda, por aquello de la revocación de mandato y la consulta popular; métodos que el mismo Presidente ha distorsionado, sobre todo cuando toma decisiones a mano alzada que corresponden a millones de mexicanos. Amenazó que en el año 2022, irá a la consulta popular por la revocación de su mandato.

Analista legislativo. @HectorParraRgz

Google News