Hace un par de días, el IMCO presentó el Índice de Competitividad Internacional 2021 donde México se ubicó en el lugar 37 de 43, con un nivel de competitividad bajo. Esto quiere decir que nuestro país no es tan atractivo para generar y retener talento e inversión como la mayoría de los países analizados.

¿Los malos resultados fueron producto de la pandemia? No. De hecho, la posición de México en este índice ha caído sostenidamente desde 2018. En este sentido, el coronavirus sólo enfatizó las debilidades que nuestro país ha mostrado desde hace años.

Los principales desafíos de México se concentran en la falta de un sistema de derecho confiable y objetivo, un sistema de salud cuyas capacidades se han deteriorado y carencias en conectividad para los habitantes.

Sin embargo, el cambio que más me llamó la atención fue una caída de 10 posiciones en el subíndice de relaciones internacionales. Con ello, México es el cuarto país que menos aprovecha sus lazos con el exterior, debido a una caída de 5% en la inversión extranjera directa neta, entre 2019 y 2020, así como un peor desempeño en el índice de libertad comercial en 2020.

Este subíndice no está aislado de los demás. Hace sentido que los inversionistas se alejen de un destino donde las reglas del juego pueden cambiar de la noche a la mañana, como sucedió con la cancelación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México o la planta cervecera en Mexicali. Además, la infraestructura de tecnologías de la comunicación o carreteras, así como el capital humano juegan un rol fundamental para decidir en dónde invertir.

En este contexto, la gira del gobernador electo, Mauricio Kuri, por Estados Unidos es una buena noticia para revertir parte de los retrocesos en competitividad a nivel nacional. Uno de los logros de este viaje fue el anuncio de un acuerdo con la empresa Cloud HQ para invertir 300 millones de dólares en un polo de atracción de centros de datos. Si este anuncio se concreta, Querétaro no sólo contribuiría con la llegada de inversión extranjera directa sino también con el impulso de sectores de alto valor agregado, cosa que favorece la innovación.

Querétaro es el tercer estado más competitivo del país, según el Índice de Competitividad Estatal 2021 del IMCO. En parte, este resultado es producto de la habilidad que ha desarrollado la entidad para explotar sinergias entre las autoridades, el sector privado y la academia que ha dado vida a clústeres exitosos como el de tecnologías de la información o el aeroespacial.

No obstante, si el gobierno local quiere marcar una diferencia con otras entidades y con el Gobierno Federal, no es suficiente con fortalecer los lazos con el exterior.

Si Querétaro quiere ser más competitivo y fortalecer su economía, deberá trabajar para superar sus propias debilidades. En específico, es fundamental que atienda sus problemas en materia de seguridad, garantice que la mano de obra esté mejor preparada y acceda a mejores salarios y que invierta más recursos públicos para lograr mejores servicios de salud.

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