La Reforma Educativa busca cinco objetivos: reorganizar el sistema para pasar del clientelismo al mérito; reorganizar escuelas con menos burocracia y más enseñanza; profesionalizar a los maestros; reforzar contenidos y pedagogía orientados a que los alumnos aprendan a discernir, y que el cambio de paradigma llegue a todos los estudiantes del país.

Se dice fácil, pero esta reforma obligó a ambas cámaras del Congreso de la Unión a sesionar en una sede alterna, pues el recinto oficial fue bloqueado por integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes se oponían a su aprobación.

La esencia de la reforma está en la calidad de la educación. Alcanzar la excelencia en la enseñanza y el aprendizaje pasa por la revisión de contenidos y planes de estudio, por la capacitación de los maestros, por su evaluación y por estímulos para su ingreso, permanencia y ascenso.

Falsamente, los detractores de este nuevo modelo educativo han dicho que estamos frente a una reforma laboral, pues pone en riesgo la estabilidad de los docentes y directivos de planteles escolares al someterlos a pruebas para evaluar sus conocimientos y aptitudes.

La lucha por echar abajo este esfuerzo continúa y la CNTE no está sola. Cuenta con poderosos aliados: Elba Esther Gordillo y su grupo, y Andrés Manuel López Obrador.

Es altamente preocupante que alguien que aspira a dirigir el país quiera “cancelar la mal llamada reforma educativa”. En su mente, evaluar a los maestros es una humillación. Retirarlos de las aulas si no cumplen con niveles mínimos de conocimiento es injusticia.

Lo que es imperdonable es que, en el ejercicio denominado 10 por la educación, López Obrador se haya manifestado a favor de los elementos que componen la Reforma Educativa y que, el sábado pasado, haya reiterado en Oaxaca, ante la CNTE, que sí cancelará dicha reforma.

Hay mucho en juego en esta elección. Pero basta con la amenaza de echar abajo la más apreciada de las reformas estructurales para no darle tu voto a Morena.

José Antonio Meade no sólo entiende y aprecia la Reforma Educativa, sino que se ha pronunciado por impulsarla, pagar mejores sueldos a los maestros y cuadruplicar el número de escuelas de tiempo completo.

Así las cosas. Que tu voto sea por la educación.

Senador.

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