“Incluso un acto puramente moral que no tenga ninguna esperanza de un efecto político inmediato y visible puede gradual e indirectamente, con el tiempo, ir ganando en importancia política.” (Václav Havel) Me consta que nuestro señor gobernador, Pancho Domínguez Servién es buena persona, pero le fallaron moralmente algunos de aquellos en quienes confiaba desde el inicio de su administración, olvidó que, en la realpolitik, no existen amigos, pero los enemigos son reales e hizo a un lado, dejando a cargo de otros, el manejo integral de la política interna y de la seguridad por eso, ahora quiere retomar todo el poder constitucional que le corresponde. Además, confió ciegamente en los grupos tradicionales del poder económico y olvidó que éstos sólo tienen intere$e$ y jamás son confiables, pues “Muerto el rey, ¡Viva el rey!”. Estos grupúsculos de poder, siempre se encuentran enquistados en el gobierno, sin deparar el partido político que gobierna, pues en campañas, financian a casi todos por igual, dejando a un lado, principios éticos, morales y desde luego, al triunfar quien apoyaron, desde las altas esferas gubernamentales, les “regresan” sus aportes “copeteados”, a través de concesiones, cambio de uso de suelo o de jugosos contratos y, así siguen mamando de la teta del estado.

La soledad crónica es la peor adicción que puede existir, por lo tanto, a Pancho Domínguez se le puede aplicar el epíteto “El gran solitario de palacio”, título de un libro de René Avilés Fabila, pues a escaso un año de las elecciones, es blanco de diversas fake news, con lo cual, algunos han estigmatizado sus errores. El gobernador, olvidó puntos esenciales para trabajar con éxito en equipo: 1.- Alta empatía con sus colaboradores; 2.- Además del líder, debieron existir otras voces dominantes, con alta y enorme autoridad moral; 3.- Trabajar en los altos cargos, con diversidad de género. Seguimos sin saber ¿Adopta o no sus decisiones con base en el contexto social actual, no sólo de México, sino del mundo? A nuestro juicio, de querer continuar en la política, sólo tiene dos opciones: ser candidato plurinominal al Senado o buscar la presidencia de su partido. Para ello, primero debe de concentrarse en el presente, hacer más sólida su carrera política, y recuerdo: “Ayer fui a casa de mi hermano el hombre (género) pero no lo encontré, pues tenía un recuerdo y se había ido al pasado; hoy fui a casa de mi hermano y tampoco lo encontré, pues tenía un sueño y se había ido al futuro; es decir que, mi hermano el hombre nunca vive en su verdadera casa, que es el presente”. Nuestro señor gobernador debe de recordar que, en política, sobrevivir, es más importante que la verdad personal.

Desde luego amigo lector, usted tiene una mejor opinión.

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