A Morena le movieron el tapete. Y es que después de los resultados en las elecciones pasadas, Morena y sus aliados se dieron cuenta de que el pueblo sabio está harto de sus mentiras y de sus malas decisiones, así como de su incapacidad para gobernar adecuada y responsablemente al país.

Por lo anterior, Morena se propuso cambiar las reglas del juego para su beneficio, sin pensar en las y los ciudadanos. En Morena no tienen ni la más mínima intención de reconocer sus errores y de ayudar, en verdad, a la gente: lo que quieren es retener y acumular el poder.

Para poder continuar con el sabotaje de la nación, proponen tres iniciativas, que, de ser aprobadas, le ayudarían en su propósito de centralizar el poder:

Reforma Eléctrica: Con los cambios que quiere materializar el Presidente de la República se busca que la Comisión Federal de Electricidad tome el control total del Sistema Eléctrico. Vale la pena que esa reforma se centre en   discutir mejoras para evitar apagones, que permita mayor competencia y mejores precios para los consumidores y que promueva las energías limpias y renovables.

Reforma Electoral: Es bien sabido que el Instituto Nacional Electoral (INE) no es del agrado del Presidente de la República, pues en un gran número de ocasiones ha cuestionado su efectividad y ha manifestado su descontento hacia la institución encargada de salvaguardar nuestra democracia y, por ello, quiere transformar al INE, a través de una reforma, en una institución que lo obedezca ciegamente.

Guardia Nacional: Una vez más Morena y sus aliados se pretenden echar para atrás y dejar a un lado los compromisos que se hicieron, pues tienen la intención de continuar con la militarización del país, y es que proponen incorporar a la Guardia Nacional a la Sedena. Lo que derivaría en que el mando de la misma deje de ser civil y pase a ser militar. Todo esto con el objetivo de acrecentar y centralizar aún más el poder que ya tienen.

En el Partido Acción Nacional (PAN) nos oponemos firmemente a la monopolización de la energía eléctrica, a la intervención del gobierno durante las elecciones y a la militarización de la seguridad pública. Simplemente no podemos retroceder al autoritarismo y a los gobiernos unilaterales.

México quiere y necesita tomar decisiones pensando en el presente y en el futuro, y no aferrarnos a ideas arcaicas que no nos llevarán más que al estancamiento económico y a la destrucción de los organismos que protegen la democracia.

Aquí hay talento, disciplina y potencial para ser referentes internacionales en todo lo que nos propongamos. Lo que menos necesitamos son representantes que nos obliguen a vivir en el pasado y a permanecer estancados en el conformismo.

¡Veamos y vayamos siempre hacia adelante! Fortalezcamos nuestra democracia con contrapesos y equilibrio, hagamos de México un lugar mejor: ¡Unidos lo lograremos!

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