Un trastorno emocional, es una alteración crónica o recurrente del estado emocional o anímico del individuo. La etapa de confinamiento que estamos viviendo ha mermado mucho nuestro control y asertividad emocional y por supuesto en los adolescentes ha sido todo un tema.

Veamos en esta ocasión las características más recurrentes cuando se presenta un trastorno emocional en los adolescentes.Dificultad en el proceso de aprendizaje.

La poca o nula concentración limitan mucho su área cognitiva. Esto aunado a la falta de motivación, la apatía los hace limitar sus esfuerzos y ser conformistas con los resultados.

Incapacidad social.

La habilidad social es también una disciplina que se desarrolla conforme crecemos y maduramos, los adolescentes tienen mucha necesidad de pertenencia y esto les impulsa a desarrollar sus capacidades sociales, sin embargo, cuando existe un trastorno emocional, por lo regular se pierden estas habilidades y les es mucho más sencillo aislarse.

Inseguridad personal, descontento y miedos.

No estar en plenitud emocional les produce inseguridad personal, lo cual no los deja reconocer sus habilidades y virtudes y por ende mermar su autoconfianza y dar lugar a miedos muchas veces infundados.

Por lo regular la adolescencia se identifica, como la nombro yo: la edad del choco-late (todo les choca, nada les late) por lo que el descontento y la apatía son casi permanente o parte de su distintivo personal, mucho más si se tiene alguna alteración emocional.

Pero… ¿Qué origen tienen estos trastornos emocionales?

Las causas pueden ser diversas, entre ellas:

—Carga genética o algún daño cerebral causado en el nacimiento o por alguna situación específica.

—Episodios traumáticos durante la infancia no resueltos.

—Ambiente tóxico familiar y/o social.

Los adolescentes que presentan este tipo de trastorno son por lo regular enfermizos, inseguros, tímidos y con bajo rendimiento académico por lo arriba señalado. Presentan recurrentemente episodios de ansiedad y depresión, que de no ser atendidos puede traer consecuencias terribles en su desarrollo cognitivo, social y emocional por periodos muy largos.

¿Qué hacer?

—Identificar de manera objetiva si mi hijo o hija entra en este perfil.

—Observarlos y escucharlos de forma atenta para que se sientan acompañados.

—Buscar ayuda profesional, pero, sobre todo...

—Ser amorosos y pacientes... La adolescencia no es eterna.

Te invito a visitar mi página www.gloriavillalobos.com y revisar nuestro Blog, en el que encontrarás material que te ayudará en esta maravillosa tarea que es vivir en plenitud acompañándonos. Bendiciones para todos.

Hoy les recomiendo:

—Las seis decisiones más importantes de tu vida, de S. Covey.

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