La personalidad se compone por una serie de características que te identifican como ser humano, la cual se convierte en trastorno cuando se puede apreciar como poco común y con diversas dificultades para integrarse socialmente.

Existe varios tipos de trastornos de personalidad, pero en esta ocasión sólo abordaremos cinco:

Trastorno esquizoide: por lo regular son personas parcas, grises con poco interés en las relaciones interpersonales, por lo que sus habilidades sociales son casi nulas.

Trastorno Limítrofe: por lo regular son personas que viven al límite sus emociones con muy pobre manejo de ellas. Suelen ser impulsivos, por lo que regularmente son protagonistas de relaciones poco sanas.

Trastorno Narcisista: son personas que tienen un concepto desmesurado y poco equilibrado de su propio valor, son personas que se perciben siempre como el centro de la tierra y buscan atención a como de lugar, por tanto, suelen ser cero empáticos con los demás y siempre anteponen sus necesidades sin importar las de los demás.

Trastorno de la personalidad dependiente: suelen ser dependientes del apoyo y la aprobación de los demás. Por lo regular son muy permisibles con quienes los rodean, quedándose a deber a ellos mismos.

Trastorno antisocial: este trastorno no permite a quien lo padece el discernir entre el bien y el mal, suelen ser poco empáticos con la sociedad en general. Por lo regular son muy agresivos, impulsivos y manipuladores en sus relaciones.

Les es muy fácil mentir y ser agresivos de todas las maneras posibles. Un alto porcentaje de quienes padecen este trastorno consume drogas o alcohol, lo cual va agravando el trastorno significativamente.

El diagnóstico de todos estos trastornos debe darse por un especialista en enfermedades mentales (psiquiatra) y ser acompañado en su tratamiento por un terapeuta (psicólogo) que le permita tener un mayor grado de adaptación tanto familiar, como laboral, social y personal.

Desgraciadamente el número de casos que padecen este tipo de trastornos se ha incrementado considerablemente en los últimos años.

¿Qué factores influyen para este tipo de trastornos? 
•    La predisposición genética es uno de los factores más recurrentes y significativo en este tipo de trastornos. También pueden existir anomalías cerebrales, por lo que el diagnóstico debe ser integral analizando todos los posibles factores de riesgo. 
•    Un peso importante como factor de riesgo es el ambiente familiar, sobre todo cuando se ha vivido una infancia con episodios severos de estrés o abusos.
 
Si percibes que sufres algún tipo de síntomas de los descritos anteriormente es muy importante que pidas ayuda, uno de los grandes riesgos que existen es que los jóvenes intentan resolver solos sus temas emociones y conductuales, pero no tienen la madurez ni la capacidad para hacerlo, por lo que es vital buscar ayuda.

De igual manera, si convives con una persona que presenta estos síntomas, infórmate con un especialista de qué puedes hacer, cuáles son tus alcances y límites en este tipo de situaciones.

Cuida desde hoy tu vida. Sé amoroso contigo mismo. Ser joven no significa sufrir, sino crecer y aprender. Cuídate mucho.

Frase para trabajar 
esta semana:

“La vida es maravillosa, 
vivamos con plenitud 
cada momento”

Te recomiendo leer: 
—El hombre en busca de sentido”, de Viktor Frankl. 
—Inteligencia Emocional, de Daniel Goleman. 
Comentarios y sugerencias: 
L.P.Gloria Villalobos Corral
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