Uno de los objetivos de la política neoliberal aplicada en nuestro país e implementada por gobiernos federales del PAN y del PRI, fue el desmantelamiento de empresas públicas.

De manera subrepticia, desde 1992, permitieron la generación de energía eléctrica por parte de privados, en abierta violación al artículo 27 constitucional. Esto explica por qué en 2021, los privados generaban ya el 62 por ciento de la energía eléctrica en México y la CFE sólo el 38 por ciento.

Las ominosas proyecciones para el pueblo de México, es que al final de la década el 85 estaría controlado por los privados, lo que ciertamente significaría la desaparición de CFE y la privatización del mercado eléctrico.

El debate del último año, sobre el sector eléctrico, sacó a flote datos aún más preocupantes: los privados que dominan la generación de energía eléctrica son extranjeros, lo que pone en riesgo nuestra soberanía energética y nuestra seguridad nacional, cuestiones totalmente ausentes en la narrativa de la derecha mexicana. Pareciera que ven como insignificante el dominio por parte de extranjeros de un sector tan estratégico como la energía eléctrica.

Basta revisar el portal de la Asociación “Mexicana” de Energía (AME), para darse cuenta de que de las 17 empresas que la conforman, 15 son extranjeras. Cuatro españolas, cuatro norteamericanas, dos japonesas, dos británicas, una italiana, una francesa y una coreana. Sólo aparecen dos empresas mexicanas totalmente irrelevantes, una llamada EVM y el Grupo México, que en realidad se dedica a la minería, a los hidrocarburos y a la infraestructura, tan es así que no hay datos ni en la AME ni el portal de Grupo México sobre su capacidad instalada para generar energía eléctrica. Y EVM sólo tiene una capacidad instalada equivalente al 0.4 por ciento de la capacidad de la AME. Así que las empresas extranjeras dominan casi el 100 por ciento de dicha capacidad, que es de 25,440 MW, la mitad de lo que requiere el país anualmente.

Lo anterior no pueden no saberlo los 233 diputados que votaron en contra de la reforma del sector eléctrico nacional. Al votar en contra de la reforma votaron a favor de empresas extranjeras.

Y favorecer a intereses extranjeros por encima del interés nacional es traicionar a la Patria y eso fue justamente lo que hicieron los 223 diputados del PAN, del PRI, del PRD y de MC. Ahora que no se lamenten, ya están grandecitos como para asumir las consecuencias de sus acciones.

Presidente del Consejo Estatal de Morena

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