Siempre será difícil reconocer el trabajo infantil en una sociedad como la nuestra, que trabaja en grandes reformas para reactivar la economía, reducir la desigualdad y dotar de más herramientas para la vida de mujeres y hombres, en este caso de la juventud.

Sin embargo está presente y es una realidad a la que no podemos darle la espalda. Es por ello importante reflexionar sobre la edad para iniciar en el mercado laboral de nuestros adolecentes, que en propuesta, la cual desde luego apoyo, es de 15 años, porque un año, es madurez no solo física, sino mental, y es la edad promedio de terminación de estudios secundarios.

Este es un paso, habrá que mejorar y acrecentar las habilidades para la vida para que ese joven que inicia su vida laboral también siga con su preparación académica y fomentemos valores de convivencia social.

La Convención sobre los Derechos del Niño es el primer instrumento internacional jurídicamente vinculante que incorpora toda la gama de derechos humanos de índole civil, cultural, económica, política y social.

Dicha convención señala en su artículo 32 el reconocimiento del derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, el número global de niños en situación de trabajo infantil ha disminuido hasta en un tercio desde el año 2000, pasando de 246 millones a 168 millones, de los cuales 8.8% se ubican en América Latina y el Caribe.

En nuestro país el trabajo infantil se encuentra regulado, se cuenta con registros de la existencia de niños explotados incluso por sus propios padres, mismos que por la falta de trabajo los obligan desde muy temprana edad a emplearse en cualquier actividad sin observar lo establecido por nuestras leyes.

Una edad mínima para emplearse, así como las horas diarias laborables son las principales preocupaciones de nuestras leyes para que, de esta forma, se garantice la integración al mundo laboral lo más adecuado y benéfico para los niños.

Manifestamos el descontento generalizado ante la posibilidad de que un niño divida su tiempo en actividades escolares para incorporarse a un trabajo, lo que sin duda implicaría un mediano desarrollo escolar y laboral; desafortunadamente es una realidad de nuestro país, el nivel económico es el elemento primordial para que los niños tengan que trabajar en vez de estudiar.

Por ello, debido a la creciente cantidad de niños que diariamente a nivel mundial son explotados laboralmente, se instituyó el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la Organización Internacional del Trabajo, el cual fue creado en el año de 1992 y cuyo objetivo general es la erradicación progresiva del trabajo infantil, cometido que habría de alcanzarse fortaleciendo la capacidad de los países para ocuparse del problema y promoviendo un movimiento mundial de lucha contra el mismo.

Si bien el objetivo del IPEC es la prevención y erradicación de todas las formas de trabajo infantil, la meta prioritaria para actuar de forma inmediata es la erradicación de las peores formas de trabajo infantil, definidas en el Convenio número 182, mismo que señala como ejes rectores a combatir todas las formas de esclavitud, la prostitución infantil, el tráfico de drogas y las actividades que en general dañen a su salud.

En atención a ello, se busca una mayor difusión al movimiento internacional contra el trabajo infantil, a través de la adopción de diversos convenios que establezcas las bases bajo las cuales deberán sujetarse el trabajo infantil, siendo parte nuestro país al firmar y ratificar dichos convenios.

En el grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México consideramos positiva la reforma que aumenta la edad mínima de los niños que pretendan desarrollar actividades laborales, pues con ello se continúa la construcción del camino al desarrollo profesional de los niños, lo que se traducirá en un futuro con mejores expectativas en los diversos sectores profesionales y laborales.

Diputado federal por el Partido Verde Ecologista de México

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