Vivir en esta ciudad de Querétaro es un gran privilegio para quienes tenemos la fortuna de habitarla, conocerla y disfrutarla en muchos de sus espacios y rincones que ha conservado a lo largo de toda su historia. 
Es hermosa, como una mujer que conoce  muy bien sus encantos y que los comparte muy a su manera cuando se le antoja enamorar. En ciertas ocasiones apenas te mira, en otras te son- ríe abiertamente algunas te guiña el ojo y se muerde los labios para que caigas rendido ante ella. Seguramente así le ha ocurrido al calor, ya que es inocultable el romance que ellos sostienen recientemente y que nos tiene a todos tan sorprendidos como agobiados.

Para quienes la conocemos desde pequeños, solíamos decir que su clima es ideal, ya que a lo largo del año y de las estaciones, los días de clima extremo eran en realidad apenas unos cuantos, tanto de mucho frío, lluvia o calor. No obstante, desde antaño sabemos que habitamos una región semidesértica, donde no proliferan los árboles que al tiempo crecen grandes y frondosos, aunque presentes en zonas donde algunos de ellos le dan su color a la mirada de esta metrópoli. Sin embargo, el cambio climático ha venido haciendo de las suyas de un tiempo acá y quienes trabajan al rayo del sol, están viviendo días difíciles que los obligan a cuidarse de los golpes de calor y de los efectos tan dañinos que la exposición al astro rey provoca en las personas.

De igual manera, este tiempo caliente es un momento oportuno para preguntarnos de nuevo por qué carecemos de sombras en las áreas verdes de la mayoría de espacios urbanos como parques y jardines que deberían contar con un mayor número de árboles, bancas y toldos artificiales o naturales donde se pueda acudir a disfrutar de  las tardes, aunque calurosas pero en un ambiente abierto que permita caminar y propiciar también el ejercicio de una buena lectura.

Por mucha experiencia que la gente tenga en la observación del clima, este siempre traerá consigo sorpresas y nos irá obligando a adquirir algunas nuevas costumbres, y entre ellas será oportuno propiciar que nuestra ciudad también sea habitada cada vez por un mayor número de árboles, seres vivos que al tiempo puedan obsequiar el cobijo de su sombra y eviten que el calor eche raíces en nuestra urbe. Mientras tanto, ante la falta de condiciones adecuadas para lidiar con él, nos vemos en la necesidad de hacer gala de creatividad para atemperar sus efectos y poder continuar nuestras actividades cotidianas de la mejor manera posible. Tal vez, una de sus pocas ventajas es que nos invita a pensar y charlar sobre un tema distinto a los que nos siguen aturdiendo desde otros frentes y desde hace tiempo, ya que al  hablar del clima cálido, lo hacemos con la certeza de saber que tan solo durará un periodo mucho más corto que los demás problemas generales que vivimos en la actualidad.

Me imagino sentado en una banca de un parque repleto de vida, pensando en esta hermosa ciudad cuyos ojos tienen esa tonalidad verde que la hacen lucir más bella y sonriente, enterada de que mucha de su gente estamos cautivos de sus encantos, a pesar del tórrido romance que hoy tiene con el calor y que, por el bien de todos, esperamos sea pasajero, en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

@GerardoProal

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