Un peligro para México: populista, demagogo, incongruente, misógino y muchos otros adjetivos han pesado sobre la figura de Andrés Manuel López Obrador quien se perfila hacia su tercera candidatura consecutiva a la presidencia de México.

A pesar de que todos sus adversarios lo descalifican públicamente, lo cierto es que en muchas ocasiones las razones para hacerlo no son las que la población pudiera pensar. Lógico sería asumir que quienes lo critican les preocupa tanto que una persona como el tabasqueño sea presidente que tratan de ayudar a todos los mexicanos protegiéndonos de semejante situación. Sin embargo, la realidad en buena medida es que todos se quieren pelear con López Obrador porque es políticamente rentable.

Andrés Manuel es sin duda uno de los políticos que más jala la marca de los medios a partir de la controversia que genera su discurso. Existen políticos con aspiraciones que necesitan a toda costa escalar en la presencia pública y por supuesto en las encuestas, por lo que el enfrentamiento con López Obrador es un trampolín indispensable.

Tanto sus propios ex compañeros del PRD, como el líder nacional del PAN, han buscado picarle la cresta, donde no pierden nada, pues de no aceptar López Obrador el debate entonces ganan retándolo y si entra en cualquier tipo de intercambio de declaraciones les genera titulares en los medios y redes sociales.

Quedan excluidos de este caso los funcionarios públicos federales quienes ven que mucho se puede perder en un debate público con Andrés Manuel que tendría todas las de ganar partiendo de la baja popularidad del gobierno federal en su conjunto y que es más fácil bombardear desde la oposición, incluso presentando propuestas que pueden parecer atractivas pero que en la realidad del ejercicio de gobierno no tienen viabilidad.

Está claro que Andrés Manuel decidirá con quién y cuándo debatir, recordando que fue precisamente un debate lo que lo catapultó políticamente. Me refiero al debate que tuvo con el licenciado Diego Fernández de Cevallos en el programa Primero Noticias en el año 2000, donde para sorpresa de muchos este político relativamente desconocido dejó muy mal parado a un polemista de primera como Fernández de Cevallos: https://www.youtube.com/watch?v=UDkTQYGAL-Y. Si alguien sabe el valor de los debates es López Obrador y los usará en su beneficio.

Hasta ahora el tabasqueño parece sentirse cómodo con varios de sus logros, primero contar ya con su propio partido y con ello con recursos que harán más fácil su camino hacia el 2018, mientras que explota con mucha eficiencia las prerrogativas mediáticas para promover su imagen y su candidatura hacia la presidencia.

Si algo sabe hacer Andrés Manuel es jugar a la víctima por lo que la pretensión para modificar la ley electoral y frenar su presencia en medios será un elemento donde pondrá de nuevo contra la pared a quienes promueven la reforma, haciendo claro hacia los electores que lo que llama la mafia del poder representada en todos los partidos, salvo Morena, está trabajando en contubernio para impedir que llegue a Los Pinos.

Es esa capacidad de López Obrador de polarizar las cosas la que irónicamente es oro molido para quienes les gustaría echarse un tiro con el presidente de Morena, sabedores que un enfrentamiento público con López Obrador los posiciona y les da el escaparate necesario para ir avanzando en las posiciones en el juego que ya todos los políticos de primer nivel nacional juegan, el de la sucesión presidencial.

Abogado con maestría en Políticas Públicas. @maximilianogp

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