México está frente una oportunidad única, por primera vez en su historia, derivado de las elecciones del pasado 1 de julio de 2018, las mujeres alcanzaremos la  paridad de género en el Congreso Federal ya que de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral el 49.2% de la cámara baja serán diputadas y el 50.5% de la cámara alta serán senadoras.

En este contexto es que las oportunidades se convierten en retos; ya que el contar con un gran porcentaje de mujeres en el Congreso de la Unión no es sinónimo de que todas las congresistas impulsarán las reformas estructurales pendientes rumbo a la Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres y para vivir una vida libre de violencia.

Según Ortega y Gasset, la política es tiempo y circunstancias; el año 2018 para las Mujeres parecen contar con ambos elementos para demostrar nuestra capacidad de llevar a cabo alianzas y para ello es indispensable corresponder con sororidad y ser altamente sensibles para que en un primer momento se logre discernir qué es Igualdad de Género, Igualdad Formal y más importe aún, qué es la Igualdad Sustantiva y cuáles son los retos y brechas que hay que superar para que juntas construyamos una agenda verdaderamente ambiciosa.

Cuando hablamos de igualdad de género, se busca un trato idéntico o diferenciado entre hombres y mujeres, que en este caso, resulte en una total ausencia de cualquier forma de discriminación contra las mujeres por ser mujeres, en lo que respecta al goce y ejercicio de todos sus derechos humanos.

La igualdad de género es un derecho y en México está reconocido formalmente, sin embargo, el reto es mayor al momento del diseño, ejecución e incorporación de políticas públicas con perspectiva de género. Resulta indispensable tener identificadas las brechas de desigualdad de género, que nos indican la distancia que nos separa a mujeres y hombres, respecto a las oportunidades de acceso de fuentes de empleo, trabajos bien remunerados, recursos económicos, sociales, culturales y políticos. Su importancia emerge en comparar cuantitativa y cualitativamente a mujeres y hombres con características similares, como edad, ocupación, ingresos, escolaridad, preferencias sexuales, participación económica, equilibrio entre el trabajo doméstico y el remunerado.

Hablando de Igualdad Formal esta se materializa a través del reconocimiento y reivindicación de los Derechos a través de la norma; es aquí cuando surge el debate si para evaluar la Igualdad entre Mujeres y Hombres bastara con analizar la legislación, podríamos afirmar que ya se ha alcanzado la igualdad, puesto que por ley y a través de estas se prohíbe el trato diferenciado. La Igualdad Sustantiva es de facto, es decir, que los derechos se viven y practican en la realidad, para mejorar la condición y posición de vida de las personas, logrando cambios estructurales que van más allá del positivismo.

Sin duda alguna el elevar a norma los Derechos Humanos de las Mujeres es el primer paso rumbo a un país más justo e incluyente, las 306 mujeres que formaran parte del Congreso de la Unión llevan consigo el efecto de una acción afirmativa que hizo posible no solo el que fueran candidatas sino que por fin se haya alcanzado la paridad en uno de los tres poderes que integran el Estado Mexicano, con ello también llevan una gran responsabilidad por todas aquellas mujeres que necesitan eco de su voz.

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