A pesar de que México fue el país que mayores concesiones hizo en la recta final de la ratificación del T-MEC, incluso a costa de la soberanía nacional, al interior del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se considera un triunfo que muchos buscan capitalizar.

Como premio, los secretarios del gabinete más beneficiados con el T-MEC —y los que mayor labor hicieron para lograr su ratificación— acompañaron en Palacio Nacional al Presidente durante el anuncio y la firma del protocolo modificatorio.

Ahí estaban, acomodados estratégicamente, Alfonso Romo, jefe de la Oficina de Presidencia, a un lado de Jared Kushner, el yerno y asesor de Donald Trump; el canciller Marcelo Ebrard, flanqueado por Chrystia Freeland, la viceministra de Canadá, y por Graciela Márquez, secretaria de Economía; también el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, junto a Robert Lighthizer, el representante comercial de Estados Unidos, y a un costado de Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo.

El más vitoreado fue el subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, Jesús Seade, a quien el propio Luis Videgaray, excanciller mexicano, le había colgado la medalla como quien destrabó los malentendidos con Estados Unidos, por lo que se quedó como negociador en jefe en la nueva administración de Andrés Manuel López Obrador.

Todo estos personajes tienen un lugar asegurado en el gobierno de la Cuarta Transformación e incluso, en el caso de Ebrard y Herrera, más libertades para decidir las políticas exterior y económica sin que el Presidente se entrometa de más.

Y es que a pesar de que han trascendido relevos en el gabinete legal y ampliado, el Presidente no tiene nada definido.

La semana pasada, le pregunté a Alfonso Romo sobre los posibles cambios en el gabinete presidencial. Me respondió categóricamente que no habría en el corto plazo, y que si los llega a haber, el Presidente se los tiene “muy guardaditos”.

Acaso en la Secretaría de Salud es donde ya se tiene preparado el enroque: sale Jorge Alcocer y entraría a su relevo el actual subsecretario Hugo López-Gatell. Sin embargo, el movimiento podría darse ya entrado el primer trimestre de 2020.

En lo que respecta al tema económico, Graciela Márquez, pese a no haber tenido una participación relevante en la renegociación y ratificación del T-MEC, se mantiene sólida al frente de la Secretaría de Economía. Lo mismo Arturo Herrera y su escudero Gabriel Yorio, quienes tienen el desafío de preparar la reforma fiscal de 2021, junto con quien quisiera que fuera el relevo de Margarita Ríos-Farjat en el SAT: el actual procurador fiscal, Carlos Romero, aunque quien ya tiene la bendición del Presidente es Rosalinda López Hernández, hermana del gobernador de Tabasco, Adán Augusto López.

Javier Jiménez Espriú, a quien desde hace meses no se le ve muy activo, rechazó ayer que tiene un pie y medio fuera del gabinete. El Presidente lo quiere al frente de Comunicaciones y Transportes, aunque la iniciativa para militarizar los puertos y la marina mercante, que viene de Presidencia y propuso Mario Delgado, podría ser la gota que derrame el vaso.

En el bloque energético (Rocío Nahle, secretaria; Octavio Romero, director de Pemex, y Manuel Bartlett, titular de la CFE) tampoco se avizoran cambios, por lo menos en el 2020. Bartlett; sin embargo, es una carga para el Presidente que eventualmente tendrá que sacudirse.

En Gobernación, Olga Sánchez Cordero también está firme. El consejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer, ni por equivocación querría irse a una cartera tan disminuida; acaso a Alejandro Encinas o Ricardo Peralta, los subsecretarios, les interesaría quedarse con la silla de Doña Olga, pero ella no quiere dejarla pronto.

Así las cosas, todo apunta a que Andrés Manuel López Obrador no quiere seguir la tónica de otros presidentes y hacer ajustes en el gabinete después del primer año. Veremos si, como dice Alfonso Romo, no los habrá en el corto plazo, o se los tiene bien ‘guardaditos’.

La 4T cojea en Salud

El primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador comenzó con una reestructura en el sector salud que aún no termina de dar buenos resultados, así que, como diría el mandatario, todavía es un elefante reumático al que hay que sacar del letargo burocrático. Por ello cada vez es más fuerte el rumor de que la próxima salida del gabinete será la de Jorge Alcocer Varela, secretario de Salud.

Se dice que en la Secretaría de Salud se perciben esfuerzos aislados con el IMSS, de Zoé Robledo, y el ISSSTE, de Luis Antonio Ramírez, quienes deben resultados en materia anticorrupción al interior de las instituciones, abastecimiento de medicamentos y atención a los derechohabientes. En el sector, las cosas caminan lento, sin olvidar la incertidumbre que ha causado la desaparición del extinto Seguro Popular.

Así, el cambio de timón en la secretaría parecería favorecer al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la dependencia, Hugo López-Gatell Ramírez, cuyo liderazgo, se dice, sería la respuesta a la falta de inercia y comunicación. Este sector será clave para 2021, pues si Morena y López Obrador apuestan a consolidarse deberán entregar mejores cuentas a los mexicanos, desesperados por no contar con medicinas imprescindibles para sus padecimientos o esperar meses por un médico especialista, estudio o tratamiento que les cambie la vida.

Hagan sus apuestas

En Jalisco ya comienzan a destaparse los nombres de los posibles candidatos a alcaldes de los municipios más importantes y que sin duda marcarán la tendencia para gobernador del estado. La mirada está en Morena, pues suena como candidato a alcalde de Zapopan o Guadalajara el exdelegado federal mi más ni menos que el exsuperdelegado Carlos Lomelí.

Asimismo, quien quiere ser el candidato de Morena a la presidencia municipal de Guadalajara es Alberto Uribe Camacho, exalcalde de Tlajomulco que salió de Movimiento Ciudadano, aunque en Jalisco se sabe que no ha roto su lazo con el gobernador Enrique Alfaro ni con MC. A Uribe, actual director general de Coordinación Política de Cancillería, lo apoya por Pablo Lemus Navarro, alcalde de Zapopan que ya se acercó a personajes clave como Alfonso Romo, jefe de la oficina de la Presidencia y cercano al mismo Alfaro.

Twitter: @MarioMal

Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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